La estación de tren de Mumbai se convierte en un auténtico campo de batalla entre las pasajeras para poder entrar en los, ya de por sí, repletos vagones.

Las mujeres, que tienen un anden propio para evitar posibles abusos, llenan hasta los topes la estación minutos antes de que se aproxime el vagón que han de coger.

Cuando el tren está llegando, ni siquiera esperan a que se detenga la locomotora para empezar a subir, de manera muy arriesgada para su integridad física, a los vagones.

A la que la locomotora se detiene, comienza una guerra de empujones y golpes para poder entrar en un tren a todas luces insuficiente para la demanda de pasajeros que tiene.