El Gobierno australiano ha publicado un plan a diez años vista para poner en marcha el proyecto de Ferrocarril Interior (Inland Rail), con coste de unos 6.280 millones de euros, para crear una línea ferroviaria de mercancías de 1.700 kilómetros para tráficos entre Brisbane y Melbourne, que implicaría la construcción de seiscientos nuevos kilómetros de línea.
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(15/09/2015) El proyecto Ferrocarril Interior tiene como objetivo aliviar la congestión en la línea principal costera, entre Brisbane, pasando por Sydney y Melbourne, donde se prevé que los tráficos se tripliquen en 2030. Proporcionará un enlace ferroviario directo entre el sureste de Queensland y Melbourne y recortará la distancia por ferrocarril entre Brisbane y Melbourne en doscientos kilómetros, y entre Brisbane y Perth, en quinientos.
El ferrocarril estará diseñado inicialmente para una explotación de trenes contenedores de dos alturas de 1.800 metros de longitud, y, en una etapa posterior, posiblemente para trenes de 3.600 metros.
Doscientos mil camiones menos anuales
La nueva línea reducirá los tiempos de viaje entre Melbourne y Brisbane en más de diez horas, reduciendo el viaje a menos de un día. Con la nueva infraestructura, se suprimirán 200.000 camiones o, lo que es lo mismo, 5.400 millones de toneladas-kilómetro de mercancías de la carretera todos los años.
El proyecto creará hasta 16.000 puestos de trabajo directos durante los diez años que duraría su construcción, y seiscientos puestos una vez estuviera operativa la línea.
Al parecer podría estudiarse la financiación privada para la línea. La Asociación Australiana de Ferrocarriles insta al Gobierno, que estudiará la inclusión del proyecto en los presupuestos de 2016, a apoyar esta nueva línea estableciendo mecanismos efectivos de financiación y un calendario para su ejecución.
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| (FUENTE VIA LIBRE) |
