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Sao Paulo vive una huelga en el metro que sume la ciudad en el caos a una semana del Mundial

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Malas noticias para el mundial de fútbol. Brasil no parece una fiesta, sini todo lo contrario. A una semana del inicio del Mundial, Sao Paulo vive sumido en el caos provocado por una huelga del metro. Cientos de miles de personas se han visto obligadas a utilizar sus vehículos particulares, lo que ha causado un embotellamiento desconocido y retenciones en 200 kimómetros. El metro es la principal vía de acceso al estadio mundialista en esta megalópolis de 20 millones de personas y transporta cada día a unos 4,5 millones de paulistas.

La huelga, parcial e ilimitada, afecta a tres de las cinco líneas del metropilatano. La ruptura de las negociaciones por el convenio salarial ha precipitado el paro en el que se ve inmerso el 75% de los agentes de circulación. El sindicato que representa a 10.000 empleados del metro considera insuficiente la oferta de reajuste salarial anual que el Gobierno fija en el 7,8%. Los empleados reclaman un aumento de 16,5%. “No es posible aceptar un aumento de menos de dos dígitos”, declaró antes del anuncio oficial de la huelga el presidente del sindicato, Melo Prazeres Junior. “Es el mundo real. La inflación del precio de los alimentos y la inflación general son bastante más elevados” que la propuesta de las autoridades, subrayó.

Hace menos de dos semanas, una huelga de conductores de autobús en Sao Paulo provocó embotellamientos récord de 168 kilómerros y dejó a más de un millón de personas sin transporte. Pero ayer las retenciones llegaron a los 200 kilómetros, el tercer colapso más grave en la circulación viaria de Sao Paulo. Hace exactamente un año, Sao Paulo fue el punto de partida de la revuelta social histórica que sacudió a este gigantesco país emergente de 200 millones de habitantes en plena Copa Confederaciones.

La selección brasileña viajará desde su centro de entrenamiento en Teresópolis (en las montañas del estado de Rio de Janeiro) a Sao Paulo para enfrentarse hoy a Serbia en su último amistoso antes de la Copa, confiada tras la goleada de 4-0 asestada a Panamá el martes.

Las huelgas en sectores como el transporte público y la policía han sido comunes en Brasil en los últimos meses, en momentos en que los trabajadores utilizan el torneo para presionar por mayores salarios y beneficios. Algunos de los proyectos de transporte público prometidos para la Copa del Mundo no se han iniciado y otros están sin terminar, lo que ha causado un malestar generalizado. En algunas estaciones se han producido incidentes que han obligado a intervenir a las fuerzas del orden.

Sao Paulo acogerá el partido inaugural entre Brasil y Croacia el 12 de junio en el Arena Corinthians. Se espera que las negociaciones salariales de los trabajadores en huelga del metro se reanuden cuanto antes.

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