Los trenes circulan a una velocidad máxima de 300 km/h.
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(14/01/2013) Tres años después de la inauguración de la línea de alta velocidad Wuhan-Guangzhou, en diciembre de 2009, y tres meses después de la apertura del ramal Wuhan-Zhengzhou, el pasado 28 de septiembre (536 kilómetros), ha entrado en servicio comercial el tramo Pekín-Zhengzhou, la ruta troncal Norte-Sur, de 2.298 kilómetros, entre Pekín y Guangzhou, cuya construcción comenzó en 2005 (Ver noticia).
Los tiempos de viaje más rápidos entre Pekín y Guangzhou se han recortado en más de veintiuna horas, estableciéndose en siete horas 59 minutos. Aunque la línea ha sido diseñada para una velocidad de 350 km/h, la velocidad de los trenes se limita en la actualidad a 300 km/h.
Conexión con más de treinta ciudadades
Con un trazado Norte-Sur, el tramo Pekín-Zhengzhou incluye importantes estaciones intermedias, que dan cobertura a las ciudades de Baoding, Shijiazhuang, Handan y Anyang. Además de trenes hacia el sur, la línea también acoge un servicio de alta velocidad entre la capital y Xi'am, gracias a una conexión con la línea de pasajeros, exclusiva de alta velocidad, Zhengzhou-Siam, de 456 kilómetros, inaugurada en febrero de 2010.
La línea de alta velocidad continua más larga del mundo conecta ahora Pekín con más de treinta ciudades, incluidas las capitales provinciales de Shijiazhuang, Zhengzhou, Wuhan, Changsha y Guangzhou, además de Shenzen, en la frontera con Hong Kong. El Enlace Ferroviario Express, por el que circularán trenes de alta velocidad desde Shenzen a Kowloon, se concluirá en 2015.
La nueva línea da cobertura a una población conjunta de cuatrocientos millones de personas, y se prevé que contribuya al desarrollo de las ciudades dormitorio, promocionando los viajes en el día entre zonas económicas adyacentes.
Los billetes de segunda clase entre Pekín y Guangzhou costarán del orden de 105 euros, mientras que el precio de los de primera clase se eleva a 169 euros, y los de clase preferente, a casi 340 euros.
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Mapa del nuevo tramo inaugurado en el marco de la red de alta velocidad china. Edición Vía Libre
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