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28 mayo 2018

La amenaza de otro verano con huelgas en el transporte sobrevuela España

 

26/05/2018 - 0:17 Actualizado: 09:17 - 26/05/18

 

 
 
 
 
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  • En Ryanair, Renfe, Adif y Barcelona-El Prat hay programadas huelgas

 

 
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Aglomeraciones por una huelga en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Foto: Efe.
 

 

 

Los conflictos laborales desatados en el sector aéreo y ferroviario amenazan con un nuevo verano caliente en España. Con la mirada puesta en un periodo estival de récord de turistas y tráfico de viajeros (acumula un alza del 7,6% a abril), varios sindicatos han empezado a anunciar movilizaciones para la temporada alta (julio y agosto). El principal objetivo es forzar una negociación con las empresas, entre las que se encuentran Enaire y Renfe, que les permita lograr mejoras laborales que no se han conseguido pactar en lo que va de año.

Los primeros en tocar los tambores de huelga fueron los pilotos de Vueling, que pararon en plena operación retorno de Semana Santa para exigir alzas salariales y el blindaje del crecimiento en España. Los tripulantes de cabina (TCP o azafatas) de Ryanair han seguido el camino abierto por los aviadores de Vueling, al que se han sumado las plantillas de Renfe y Adif y los controladores aéreos de Barcelona. Los tres colectivos amenazan con paros en plena temporada alta, lo que puede generar la tormenta perfecta del caos veraniego al paralizar el espacio aéreo del Mediterráneo, uno de los más utilizados en julio y agosto, forzar cientos de cancelaciones en Ryanair, la primera aerolínea europea por tráfico de pasajeros, y anular decenas de trenes de media y larga distancia, incluido el AVE, como ya tuvo que hacer el 8 de marzo, con la huelga feminista.

 

Y es que, aunque los medios de transporte tienen que cumplir una serie de servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento, éstos suelen rondar el 50% (a excepción de los vuelos a las islas), lo que podría dejar a muchos pasajeros en tierra debido a la fuerte demanda de esa época. No en vano, sólo en julio y agosto pasan por la red de aeropuertos de Aena el 22% de todos los pasajeros del año (unos 58 millones de viajeros en 2017) y el AVE y los trenes convencionales de larga distancia y media distancia mueven unos 11 millones de pasajeros en esos meses.

 

De momento, los controladores aéreos de la torre de Gavá (Barcelona) son los únicos que han anunciado las fechas de los paros. Esta previsto que la huelga arranque a finales de junio y se celebre todos los miércoles y domingo durante 12 semanas. La plantilla, formada por unos 300 trabajadores, anunció las movilizaciones el pasado 20 de marzo con el objetivo de sentarse a negociar con Enaire, que depende del Ministerio de Fomento.

 

Desde que la convocatoria se hizo pública, los presentantes sindicales y la dirección de Enaire han estado negociando un refuerzo de la plantilla de la torre, que en verano gestiona decenas de miles de vuelos. Solo en El Prat en agosto se registran más de 1.040 operaciones diarias. La plantilla de la torre catalana está formada por 300 efectivos y la asamblea de trabajadores pide que se contraten unos 90 más para reducir las horas extraordinarias y rejuvenecer la edad media, que ronda los 50 años. Así, según explican, hacer frente a la fuerte carga de trabajo, que lleva cuatro años creciendo sin parar en línea con el aumento de las rutas y la llegada de turistas, tienen que trabajar siete de cada ocho días, un ritmo que está por encima de la media de la UE, que es cinco de cada ocho días, explica Raúl Tobaruela, portavoz de la asamblea del centro de control.

 

Pese a que Enaire negó en su día que la plantilla "estuviera infradotada" y anunció refuerzos para verano, parece que hay voluntad de acuerdo. Aún así, las negociaciones se han quedado encalladas en un punto clave: fijar la fecha de las nuevas incorporaciones. "Lo último que queremos es llegar a la huelga pero falta definir cuándo va a llegar la solución. Podemos seguir esforzándonos unos dos años, pero necesitamos un compromiso firme de que habrá más manos. Es imposible que sea de forma inmediata porque no hay controladores en el paro y Fomento tendría que abrir plazas, pero hay que hacerlo", explica Tobaruela a este diario. Desde la última crisis con los controladores en 2010, la formación está privatizada, igual que 12 de las torres.

 

Así, si finalmente no se llega a un acuerdo, Barcelona se encaminaría a vivir su segundo verano movido después de que el año pasado los vigilantes de los filtros de seguridad contratados por Eulen bloquearan El Prat en protesta por sus bajos salarios y unas condiciones laborales que consideraban indignas.

La huelga de los controladores de la Ciudad Condal no sería ni mucho menos la primera que se da en Europa este año. Los controladores franceses acumulan cinco días de paros solo en mayo que se pueden extender y que han obligado a cancelar vuelos y registrar retrasos en España a Vueling, Iberia, Ryanair o easyJet. Según la firma de defensa de los derechos de los pasajeros aéreos, Flightright, en lo que va de 2018 y solo en España, se han cancelado cerca de 2.000 vuelos, y más de 1.000 han sufrido retrasos de más de tres horas por las huelgas de controladores franceses, de la plantilla de Air France, de los TCP de Ryanair en Portugal o de los pilotos de Vueling, entre otras cosas.

 

 

Huelga paneuropea

 

Aunque todavía no hay fechas concretas sobre la mesa, la huelga que preparan los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair puede marcar un antes y un después en el sector aéreo. Los representantes sindicales de España se están aliando con los sindicatos de Bélgica, Italia, Alemania, Portugal y Holanda para celebrar una huelga paneuropea que bloquee la compañía de bajo coste en plena temporada alta para así tratar de forzar una mejora de sus condiciones laborales y que les reconozca como sindicatos válidos para las interlocuciones y la negociación de convenios colectivos, algo que actualmente no hay. Los sindicatos, que se reunirán la semana que viene en Madrid ante la falta de avance en las negociaciones, han decidido realizar una huelga simultánea en todos los países para evitar que Ryanair envíe personal de otras bases a cubrir los puestos de trabajo de los TCP en huelga, como hizo en Portugal, denuncian los trabajadores.

 

Las fechas se harán públicas a principios de julio y los paros se celebrarán, previsiblemente, entre julio y agosto. Los representantes de los tripulantes buscan dar así algo más de un mes de plazo al consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, para que ceda y cumpla la legislación laboral de cada país (ahora están sujetos a la irlandesa), algo que ya hacen easyJet o Norwegian puesto que Europa lo obliga. De momento, las negociaciones están encalladas y ni siquiera han logrado ser reconocidos como sindicato.

 

Según aseguran fuentes del sindicato de TCP Sitcpla, la legislación laboral irlandesa es más perjudicial ya que, por ejemplo, las bajas por paternidad no están remuneradas y las de maternidad son más cortas, el derecho a huelga está muy limitado y poder ser anulado por un juez. A su vez, denuncian que no tienen derecho a cobrar las bajas por salud y las cotizaciones sociales son más bajas. "Solo queremos que respeten los estatutos de los trabajadores de cada país", aseguran desde el sindicato, que ya ha demandado a Ryanair por fraude en los contratos.

 

Los pilotos de Ryanair tienen el mismo problema con la dirección de la compañía pero han desistido de optar por la vía de las movilizaciones y van a acudir a los tribunales españoles para que sean estos los que dictaminen si tienen derecho o no sujetarse a las legislación laboral española.

 

No es primera vez que Ryanair se enfrenta a una movilización paneuropea y a un plante de su plantilla. Así, la firma ha ido mejorando las condiciones laborales de los pilotos y los TCP para tratar de apaciguar los ánimos y frenar la fuga de trabajadores. Por ejemplo, ha subido un máximo de un 20% el salario de los pilotos y ha puesto un salario base, un bonus y regala el primer año el uniforme a los TCP.

 

Dentro del sector aéreo, los pilotos de Vueling están en plenas negociaciones con la compañía para pactar un nuevo convenio colectivo y una mejora salarial, que parece que avanzan, explican fuentes de Sepla. De momento no hay previstas nuevas movilizaciones aunque no descartan tomar medidas si no se cierra un acuerdo antes de verano. Todavía no se ha vuelto a tratar el tema de la productividad y el crecimiento en España, que es donde encallaron la última vez (ver apoyo).

 

Paros ferroviarios

 

Los últimos en anunciar movilizaciones han sido los sindicatos del sector ferroviario. De momento, el Consejo Estatal de Renfe y Adif del Sector Ferroviario de CCOO ha acordado por unanimidad la convocatoria de movilizaciones durante los próximos cuatro meses, lo que implica tratar de paralizar el servicio en pleno verano. El sindicato todavía no ha fijado las fechas porque se está reuniendo con el resto de los sindicatos del gremio para presentar una convocatoria más grande y unida con la que forzar a Renfe y a Adif a negociar. UGT y CCOO ya han tenido las reuniones de conciliación con Renfe que han terminado sin acuerdo.

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