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21 octubre 2017
Así son los asturianos que viajan en Cercanías
Viajeros con auriculares en un vagón de Cercanías. ¿Alguno escuchará “El hijo del ferroviario”? Víctor Manuel puso música a sus recuerdos a bordo del tren, un medio de transporte instalado en la memoria colectiva asturiana que hoy siguen usando millones de pasajeros.
Cuenta Víctor Manuel que desde los cinco años su padre, ferroviario de profesión, le llevaba a la fosa común a dejar flores en el día de Todos los Santos. Todos los años iban en tren, desde Mieres a Oviedo, para recordar a su güelu, fusilado. La familia también se subía al tren para ir a la playa de San Lorenzo de Gijón o a León. Con siete años se comió un bocadillo de chocolate en el último vagón destino a San Juan de Nieva. Fue su primer viaje solo. Las vías del ferrocarril eran parte de su paisaje en Mieres, los andenes su patio de juego, canta en el tema “El hijo del ferroviario”, que dio nombre a uno de sus álbumes.
Aquel niño, nacido en 1947, se convirtió en autor de buena parte de la banda sonora de Asturias y puso música a los recuerdos entre vagones y raíles de muchos asturianos. ¿Qué queda de ese tren que tanto marcó e inspiró a Víctor Manuel?
La red de Cercanías en Asturias
La red ferroviaria de Asturias, al ser una de las más densas del país, jugó en su día un papel fundamental en el desarrollo económico, industrial y social de nuestra región. De las 300 locomotoras de vapor que existían en su época, 65 de ellas estaban en Asturias. Hoy en día, Asturias sigue siendo una de las Comunidades Autónomas con más líneas de Cercanías y el tren continúa teniendo una gran influencia en la configuración del tejido laboral y social asturiano: en un territorio de poco más de un millón de habitantes, conviven 3 líneas de Renfe Cercanías (C1: Gijón – Oviedo- Puente de los Fierros. 86 servicios; C2: Oviedo - El Entrego. 38 servicios, y C3: Llamaquique / Oviedo - San Juan de Nieva. 58 servicios) con 5 de la extinta Feve. El entramado ferroviario resultante conecta entre sí las principales urbes asturianas y también muchos núcleos rurales, para los que el tren es su único medio de transporte público.
Anualmente más de 5 millones de viajeros utilizan los servicios de las líneas C1, C2 y C3 Cercanías en Asturias, siendo la línea que une Gijón con Oviedo y llega a Puente de los Fierros la más utilizada, ya que concentra más de 3 millones de usuarios.
La regularidad y buen funcionamiento del servicio, la puntualidad de los trenes, la disponibilidad y eficacia de la información a través del teléfono o de Internet, el buen trato y atención del personal, la limpieza en los vagones y las estaciones, el confort y la comodidad del viaje… son motivos para elegir el tren que se repiten entre los viajeros asturianos de estas líneas. Según la última encuesta de calidad hecha por Renfe, el 92% se muestran satisfechos o muy satisfechos con este servicio. Con una nota de un 7,65 sobre 10, solo las Cercanías de Málaga obtienen una valoración más alta.
Oviedo-Gijón en 25 minutos
El trasiego en las estaciones de Oviedo y Gijón empieza bien temprano. En torno a las 6 de la mañana ya comienzan a acudir los viajeros más madrugadores, en su mayoría trabajadores y estudiantes que de lunes a viernes usan el tren para acudir a sus centros de trabajo o de estudios. Hay también quien regresa a casa tras una jornada laboral nocturna. Los trenes de la línea C1, con una frecuencia aproximada de media hora hasta casi la media noche, tardan 32 minutos aproximadamente en conectar Oviedo y Gijón, aunque en las horas punta circulan trenes CIVIS que al realizar menos paradas intermedias reducen el tiempo de viaje hasta los 25 minutos.
Hubo un tiempo, cuando el padre ferroviario de Víctor Manuel trabajaba de factor de circulación en Renfe y él daba sus primeros viajes de niño, que los vagones se poblaban de viajeros con gallinas y conejos, olían a chorizo y empanada. Hoy el ambiente es muy distinto y los viajeros frecuentes de Cercanías que llegan a las estaciones de Oviedo y Gijón lo hacen con prisa, justo a tiempo para subir al vagón. También es usual ver a viajeros más relajados con bolsas tras jornadas de “shopping” o, en verano, bañistas con look y artículos playeros atraídos por los arenales gijoneses.
La experiencia de viajar en tren comienza en la misma estación. Hay quienes tienen oportunidad de dar una vuelta por la galería comercial, tomar un tentempié en la cafetería o comprar algo en la tienda de golosinas para disfrutar durante el trayecto. En La Losa, la cubierta de la Estación del Norte en Oviedo, los viajeros incluso pueden deleitarse, si el tiempo se lo permite, disfrutando de una exposición escultórica al aire libre que incluye “Hombre sobre delfín”, del genio Salvador Dalí. La inauguración de este espacio, en 1999, contó, como no, con Víctor Manuel, “el hijo del ferroviario”.
