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22 noviembre 2016

Renfe Mercancías prepara un plan de choque para frenar sus pérdidas

• -Ingresa un 6% menos en 2015 mientras el sector privado factura un 10% más
• -Pierde 7,8 puntos de cuota de mercado en un año ante las privadas

Morro de un tren de Renfe

La irrupción del sector privado ha dejado más en evidencia que nunca las ineficiencias de Renfe Mercancías, que ya trabaja en un plan de choque para ser rentable. A pesar de los ajustes y los EREs (ha eliminado 180 puestos de trabajo en dos años), la compañía pública no logra abandonar los números rojos y pierde cada vez más terreno ante el avance de la competencia.

Sólo en 2015 la firma registró un resultado de explotación negativo de 35,2 millones de euros mientras que siete de las ochos empresas privadas que compiten en el mercado del transporte de mercancías por ferrocarril lograron beneficios, aunque pequeños (ver gráfico). Transfesa, la segunda empresa de España por facturación y volumen, tuvo un resultado de explotación positivo de 930.400 euros en el ejercicio 2015.

En el primer semestre de 2016, la firma pública perdió 20,9 millones. Aunque es un 1,7% menos que en el mismo periodo de 2015, la firma ya ha incumplido los presupuestos aprobados por el Gobierno, que esperaban reducir las pérdidas del año a los 10 millones.

En cuanto a la evolución del negocio, Renfe Mercancías cede ante la competencia: se ha dejado un 7,6% de cuota de mercado y ha visto como sus ingresos caían un 6 por ciento mientras que las empresas privadas facturaban un 10,6% más. Así, mientras en 2014 se comía el 79,5% de la tarta de los ingresos, cerró 2015 con una cuota del 76,75%.

En toneladas netas transportadas por kilómetro la historia se repite: en 2014 acaparó el 71,6% del mercado y cerro 2015 con una cuota de mercado del 63,8%, según los datos publicados por la CNMC. Y es que, mientras las empresas privadas transportaron un 34% de toneladas, Renfe Mercancías dejó de transportar 476 millones de toneladas por kilómetro (un 6,3% menos). En lo que va de ejercicio, la compañía ha seguido perdiendo terreno: en el primer semestre del año su facturación cayó un 11,6% y entre enero y octubre redujo tres puntos su peso en cuanto a trenes por kilómetro, publica Adif. A su vez, las toneladas-kilómetro, retrocedieron en un 9% en el acumulado hasta junio de 2016 y su tráfico cayó un 14,92%.

La caída de Renfe Mercancías muestra que, en un mercado creciente, no es capaz de hacer frente a la fuerte competencia que ha desatado una guerra de precios en el sector del transporte de mercancías. Una batalla animada por la carretera que podía ofrecer tarifas más ajustadas gracias a la caída del petróleo y del combustible. Y es que "entre 2015 y 2016 se ha producido un incremento en la actividad de alrededor del 5,2% mientras que los ingresos para el mismo periodo se han visto reducidos en un 2,8 por ciento. De esta forma, el ingreso medio por tonelada-km se ha reducido alrededor de un 7,5%, lo que indica una caída de los precios", analiza la CNMC .

Los puntos débiles

Aunque desde la empresa pública se considera que es "normal" que haya cierto trasvase de negocio a las empresas privadas, desde la dirección ya se están poniendo manos a la obra para rentabilizar el negocio, tal y como se ha hecho con viajeros. El primer paso fue nombrar a Abelardo Carrillo director de Mercancías. El nuevo dirigente, un histórico de la operadora que ya estuvo al frente de Largo Recorrido, trabaja en un plan estratégico para redimensionar la compañía, hacerla más eficiente y sacarla de pérdidas. En este punto, Renfe acaba de cerrar un plan de desvinculaciones y está traspasando mucho maquinistas de mercancías a viajeros ante la caída del negocio.

Aunque todavía no hay nada definido, la firma tiene puntos débiles sobre los que tiene que trabajar. Por ejemplo, opera tráficos que son deficitarios y tienen una cartera de clientes que les da volumen pero que pagan por debajo de coste.

En este sentido, fuentes del sector estiman que Renfe Mercancías debería "limpiar" la cartera de clientes y de rutas que aportan pérdidas y dedicarse a la larga distancia (rutas transversales dentro de España e internacionales) y a los trenes cliente. Estos último son aquellos que son contratados por una única empresa, como Arcelor, para transportar 500 toneladas.