El Ayuntamiento de Tarragona y el Govern de la Generalitat acordaron un frente común en materia de infraestructuras. Así lo ratificaron ayer por la tarde el alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, y el conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, en lo que fue la primera reunión oficial entre ambos políticos.

En un encuentro de aproximadamente una hora, Ballesteros confirmó que «políticamente e institucionalmente», el Ayuntamiento se sumará al recurso contencioso administrativo que está preparando la Generalitat en contra del ente gestor de infraestructuras Adif. Una medida, que el Govern autonómico anunció a mediados del mes de julio, para denunciar la falta de inversiones que están ocasionando reiterados problemas en la red ferroviario de estas comarcas.

Rull lamentó que «la situación de los usuarios es inaceptable». Por ello explicó que la Generalitat está trabajando para conseguir el compromiso del mundo local e ir de la mano en este pulso con Adif. De hecho, desde la conselleria ya se avanzó que se está trabajando para hacer un acto común con la Federació de Municipis de Catalunya y la Associació Catalana de Municipis, a través del cual los diferentes ayuntamientos puedan sentirse representados. Y es que, según afirmó Rull, «el contencioso no es una cosa de la Generalitat, sino del país».

En dos o tres semanas

En cuanto a la relación con Adif, Rull explicó que la Generalitat recibió una contestación al requerimiento técnico que habían solicitado. Por lo que la administración autonómica está «acabando de preparar» la documentación. Con todo, está previsto que «a lo largo de este mes de septiembre, o como muy tarde durante la primera semana de octubre», pueda presentarse la demanda delante de la Audiencia Nacional.

La decisión de presentar un recurso contencioso administrativo se daba a conocer el pasado 16 de junio después de una jornada de problemas en la red de Cercanías del país. La situación se ha repetido en reiteradas ocasiones este verano, por lo que la Generalitat ha decidido seguir adelante en su empeño. «El nivel de incidencias y la puntualidad del servicio de Cercanías está muy por debajo de lo exigible», lamentó Rull.

En este asunto la Generalitat no quiere incluir la compañía Renfe. «El problema no es el operador», aseguró el conseller.

Seguir con el tercer carril

Aunque la situación de la infraestructura actual y los problemas que han surgido en los últimos meses no fueron el único aspecto que se abordó en la reunión. Ballesteros y Rull también hablaron de otra inversión que ha quedado en el limbo, como es el caso del tercer carril.

Sobre al respecto, ni la administración local ni el Govern de la Generalitat conocen un calendario sobre su ejecución, a pesar de que éste ya debería estar en funcionamiento.

Pese a ello, ambas partes reivindicaron la necesidad de que se reactive esta actuación que «es clave para que podamos garantizar que, a corto plazo, el viaje Tarragona-Barcelona pueda realizarse en un tren de altas prestaciones, en 45 minutos», recordó el conseller.

Para que esta reducción en el tiempo de viaje realmente pueda producirse, además de este ancho mixto, es imprescindible la interconexión de vías, con la línea del AVE. Y, en este punto, los interrogantes también son muchos ya que el Ministerio de Fomento ha evitado pronunciarse sobre si ésta será en L’Arboç –tal y como defienden las plataformas a favor del transporte público–, en La Granada –es la propuesta de la Generalitat con los Ayuntamientos de Tarragona y Reus–, o no va a hacerse, que es la opción que finalmente se habría impuesto, pese a que elGobierno no se ha pronunciado abiertamente.

Mercancías por el interior

Durante esta comparecencia conjunta, el alcalde Ballesteros recordó que el Ayuntamiento mantiene su «reivindicación» para que «se trabaje desde ya en las diferentes alternativas para que las mercancías circulen por el interior». Una demanda que está bloqueada, pese a que la administración local siempre ha reivindicado que el paso de los convoyes de carga por el litoral fuera provisional.