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22 marzo 2016

La reducción en 40 minutos del viaje en tren de Donostia a Madrid se atrasa a final de año

  • La puesta en servicio de los 123 kilómetros de TAV entre Valladolid y Burgos se dilata

  • Los trabajos están prácticamente acabados en todo el trazado, salvo en un túnel falso que acumula paralizaciones

    JUANMA VELASCO | SAN SEBASTIÁN

     

    Gráfico. Situación del AVE Vitoria-Gasteiz/Valladolid

     

    Gráfico. Situación del AVE Vitoria-Gasteiz/Valladolid

    Las mejoras en reducción de tiempo de viaje que va a traer para los ususarios el avance de la alta velocidad ferroviaria en el eje Irun-Madrid parecen no llegar nunca. A los retrasos y lento discurrir de las obras en el territorio vasco -en donde hay tramos paralizados y otros cuyas obras no comienzan-, se suman los problemas en parte del trazado en Castilla y León. Y aquí también toca esperar una vez más. El nuevo trazado entre Valladolid y Burgos -123 kilómetros- que iba a entrar en servicio el año pasado- así lo dijo la ministra de Fomento Ana Pastor-, puede que no lo haga ni en 2016 por los retrasos y problemas en la ejecución de un túnel artificial cerca de Burgos, que acumula paralizaciones en la obra. Su puesta en servicio, a final de este año o comienzos de 2017, permitirá que se recorte el tiempo de viaje en tren de Donostia a Madrid en 40 minutos. El trayecto se quedará entonces en 4.40 minutos, es decir, prácticamente el mismo tiempo de viaje en coche, si se cumplen los límites de velocidad y se realiza una parada de descanso.

    En el futuro, cuando esté terminada la 'Y' vasca -a partir de 2020- y esté también finalizado todo el trazado en Castilla y León -los 90 kilómetros de Burgos-Vitoria están en fase de estudio informativo y no hay fecha de obra-, el tiempo de viaje de Donostia a Madrid se quedará en 2.45 horas.

    Pero para ese extremo ideal queda esperar mucho tiempo y mucho trabajo por finalizar tanto en Euskadi como en Castilla y León. Y las noticias que llegan desde allí hablan de nuevos retrasos en los trabajos.

     
     
    Se trabaja también en la adaptación de la variante de Burgos y en el nuevo intercambiador de víasLa obra del túnel de Las Calbezadas se ha parado de forma «parcial» y solo se trabaja en el interior

    Fuentes de Adif han confirmado a este periódico la paralización «parcial» de la obra en el tramo Estépar-Variante de Burgos, el único entre Valladolid y la capital burgalesa en el que no se ha finalizado la obra civil -el resto está finalizado-. En concreto, los problemas se concentran en el túnel artificial de Las Calbezadas, en un tramo adjudicado en 2009 que acumula paralizaciones de obra y modificados de proyecto.

     

     

    El último parón se debe a un nuevo modificado en la obra exterior del túnel, que debe ser recubierto de tierra, y que ahora estaría «negociando» la UTE de empresas adjudicataria con Adif. Como es habitual en estos casos, el modificado requerirá de las pertinentes autorizaciones, que a veces se prolongan durante meses.

    En la actualidad, se trabaja solo en el interior del túnel, de 904 metros de longitud, aseguran fuentes de Adif, que no se aventuran a dar fecha de finalización de la obra civil (estaría ejecutado al 70%).

    A ello, según el gestor ferroviario, se suman los retrasos que se pueden acumular «por el mal tiempo», que dificulta el trabajo en la zona de terreno «arcilloso».

    Obras pendientes

    Una vez terminada la obra civil en este tramo, se deberán ejecutar los trabajos de superesctructura, es decir, de colocación de vía y electrificación, principalmente. Según Adif, estas labores ya habrían comenzado en la parte del tramo Estépar-Variante de Burgos en la que la obra civil ya está terminada.

    También están pendientes la finalización de los trabajos de la adaptación de la variante ferroviaria de Burgos al ancho UIC para que circule el TAV. Este tramo, de 19,8 kilómetros, se abrió al tráfico en 2008 con ancho de vía ibérico y con traviesas polivalentes para acoger distintos anchos de vía. En la actualidad se trabaja en la colocación de un tercer carril para que por allí puedan circular los trenes de alta velocidad.

    Asimismo, estos trabajos incluyen la adaptación de los andenes de la estación de Rosa de Lima de Burgos para la llegada de la alta velocidad a esta capital castellana.

    Los trabajos pendientes y que ahora se ejecutan incluyen además la construcción de un intercambiador de vía a la salida de la variante de Burgos, en el recorrido a Vitoria. Este dispositivo permitirá que los trenes Alvia, que cuentan con rodadura desplazable, puedan pasar del trzado de ancho ibérico al nuevo de UIC. En la actualidad, los trenes que realizan el trayecto Irun-Madrid pasan por el intercambiador de vía en Valladolid, desde donde hay nuevo trazado de alta velocidad en servicio.

    Los trabajos del intercambiador de vía, así como los de la adaptación de la variante de Burgos comenzaron «a finales de año pasado» y tienen una ejecución de alrededor de «siete meses», señalan fuenets de Adif.

    Además, una vez que los 123 kilómetros entre Valladolid y Venta de baños estén listos, serán necesario un periodo de prueba para los trenes, lo que demorará su puesta en servicio hasta finales de año o comienzos de 2017.

    Trabajos finalizados

    Pero la mayoría de los 123 kilómetros entre Valladolid y Burgos ya están finalizados. De hecho, los 31,1 kilómetros entre Valladolid y Venta de Baños se pusieron en servicio a finales del año pasado, pero solo para los trenes que van hacia León, que utilizan un intercambiador de vía en Venta de Baños. Fuentes de Renfe explican que los convoyes que parten de Euskadi hacia Madrid siguen usando la antigua vía entre Venta de Baños y Valladolid y que no se usará el nuevo recorrido hasta que no se abran los 92,2 kilómetros entre Venta de Baños y Burgos.

    Este trazado, al margen del túnel de Las Calbezadas, está muy avanzado. De hecho, el resto del recorrido tiene acabada la obra civil y muy avanzada la colocación de las vías y la electrificación. «Está terminado al 85%», según añaden fuentes de Adif.

    La puesta en servicio de los 123 kilómetros entre Valladolid y Burgos en 2017 supondrá una mejora sustancial de los tiempos de viaje. Según los cálculos del Ministerio de Fomento, San Sebastián estará a 4.40 horas de Madrid en tren, es decir, 40 menos que los 5.20 horas actuales y muy lejos de las 7 horas que en 2006 invertía en el trayecto el Intercity o el Talgo. El tiempo de viaje será prácticamente el mismo que en coche, si en la carretera se cumplen los límites de velocidad y se hace una parada de rigor.

    Tras la puesta en servicio del Valladolid-Burgos, Irun se quedará a 4.55 horas de Madrid en tren, Vitoria estará a tres horas y Bilbao a 4.10 horas. Estos horarios serán realidad, como pronto, a fin de año.

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