DIARIO DE CADIZ

26 octubre 2015

INFRAESTRUCTURAS | BALANCE DE LA LEGISLATURA DEL MINISTERIO DE FOMENTO EN LA PROVINCIA

Un puente y un tren para culminar una legislatura histórica

La Bahía da un salto espectacular en infraestructuras con el nuevo acceso a Cádiz y la doble vía

FCO. SÁNCHEZ ZAMBRANO CÁDIZ | ACTUALIZADO 25.10.2015

 

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La doble vía hasta Sevilla ya es una realidad tras 16 años de obras.

Histórica. Así puede calificarse la legislatura que está próxima a finalizar en cuanto a la gestión desarrollada por el Ministerio de Fomento en Cádiz en los últimos cuatro años. Algunos extenderán este calificativo al conjunto de la provincia, aunque a la vista del déficit que sigue sufriendo la comarca del Campo de Gibraltar, quizás puede resultar atrevido. Pero sin duda sí ha sido histórica para la comarca de la Bahía de Cádiz, incluyendo Jerez. Inaugurar un segundo puente como el que se abrió hace ahora un mes y culminar al fin, después de 16 años, la duplicación de la vía del ferrocarril entre Cádiz y Sevilla para permitir la llegada de la Alta Velocidad suponen dos hitos que no están ni mucho menos al alcance de otras provincias españolas y que ni se ha vivido antes, ni probablemente se volverá a vivir en el futuro en este rincón de Andalucía. 

Pero es que no es sólo el segundo puente y la doble vía férrea. Es que en estos cuatro años el Ministerio que dirige Ana Pastor (PP) se ha decidido al fin a impulsar el proyecto de duplicación de la arcaica carretera Nacional IV, entre el aeropuerto de Jerez y Dos Hermanas, para convertirla en autovía. Estas obras ya han sido adjudicadas y los trabajos se iniciarán en cuestión de días en el tramo sevillano. Y en paralelo (nunca mejor dicho) el Gobierno de Mariano Rajoy ha mantenido su promesa y, al menos hasta la fecha, continúa firme en su negativa a volver a prorrogar el peaje en la autopista Cádiz-Sevilla (AP-4). 

Con el nudo de Tres Caminos como único lunar, analizamos los cuatro pilares en los que se sustenta esta legislatura histórica para la Bahía de Cádiz. 

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El segundo puente sobre la Bahía de Cádiz, visto desde la orilla de Puerto Real.

Los detractores, que siempre los hay, pueden aferrarse a multitud de argumentos para intentar echar por tierra el segundo puente sobre la Bahía de Cádiz recién inaugurado y que ya es el tercer acceso a la capital gaditana. Pueden decir, por ejemplo, que ha habido un incremento descomunal en su coste que aún no ha sido justificado; pueden considerar que había otras alternativas menos costosas como ampliar el puente Carranza; pueden criticar también las considerables pendientes que presenta la estructura o la altura del viaducto; pueden afirmar que no era necesario, a la vista de que el puente Carranza sigue soportando aún más tráfico que la nueva estructura; o incluso pueden poner el énfasis en los atascos que se producen a diario en la pata del nuevo puente que descansa en suelo de la capital. Por buscar defectos, que no quede. Pero esos argumentos provocan la risa floja en los miles de usuarios que desde hace un mes entran y salen de Cádiz a diario por esta colosal infraestructura y que se benefician de la misma con un importante recorte de tiempo y kilómetros. 

Con una inversión final que ha superado los 500 millones de euros, el segundo puente se ha erigido ya en el nuevo emblema de la Bahía gaditana, convirtiéndose incluso en un reclamo turístico de primer nivel y en la envidia de media España. 

Sería injusto atribuirle en exclusiva a Ana Pastor todo el mérito de esta obra, porque los trabajos de construcción se han prolongado durante ocho años y porque, además, antes hubo un extenso trabajo previo que posibilitó que esta iniciativa fuera aprobada primero y ejecutada después. Pero a Pastor le ha tocado el honor de ser la ministra que agilizara y concluyera una obra que, sin duda, ha posibilitado que la provincia, o al menos la comarca de la Bahía de Cádiz, haya dado un salto espectacular en cuanto a infraestructuras se refiere. 

Pero no sólo de puentes vive el gaditano. En unos tiempos en los que el ferrocarril va ganando cada vez más adeptos como medio de comunicación rápido y eficaz, la provincia gaditana (insisto: o sólo la Bahía de Cádiz, como se prefiera) puede presumir de tenerlo ya todo preparado para que empiecen a circular sin traba alguna los trenes de velocidad alta. 

Atrás quedan 16 años de obras, que se dice pronto. Fue en el ya lejano 1999 cuando arrancaron las obras del soterramiento de la vía del tren en Cádiz capital, concebido como el embrión de ese ambicioso proyecto de duplicación de la vía férrea entre esta provincia y Sevilla. 

Cierto es que el grueso de estos trabajos circunscritos a la provincia gaditana ya se había culminado antes de que Rajoy llegara a la Moncloa hace ahora cuatro años. En concreto, en esta legislatura Fomento se ha limitado casi en exclusiva a completar el soterramiento de la vía en Puerto Real, el cual quedó inaugurado oficialmente por la propia Ana Pastor en diciembre de 2013. 

Pero lo que sí ha hecho el Gobierno central en estos últimos cuatro años ha sido agilizar, y mucho, las obras de desdoble de la vía en suelo de la provincia sevillana. El tramo entre Utrera y Las Cabezas de San Juan, completado hace apenas un mes, ha sido el colofón de un proyecto que ha durado una eternidad pero que en breve verá sus frutos. 

No ha habido acto oficial de inauguración por parte del Ejecutivo central, y será ahora Renfe la que dictamine cuándo se ajustarán los nuevos horarios. Tampoco es que los usuarios vayan a notarlo en exceso, que conste, porque en los últimos años, conforme se iban completando tramos ya se iba reduciendo el tiempo de cada trayecto. No obstante, el objetivo es que todos los viajeros que vayan en tren de Cádiz a Madrid (y viceversa) lo hagan en menos de cuatro horas. Y ese hito puede ser una realidad tangible antes incluso de que concluya este año. 

El pasado mes de mayo la propia Ana Pastor cifraba en 1.400 millones de euros el dinero que el Ministerio de Fomento ha invertido en la provincia de Cádiz en esta legislatura. Y gran parte de ese dinero, por no decir casi todo, ha tenido como destino las obras del segundo puente y las de duplicación de la vía férrea, los dos grandes hitos en infraestructura de estos cuatro años en Cádiz. 

En cuestión de días arrancarán las obras para desdoblar la carretera Nacional IV entre Sevilla y Jerez, lo que sin duda supone otro éxito del actual Ministerio de Fomento. Esos trabajos, cierto es, comenzarán en suelo sevillano, en concreto en el tramo entre Dos Hermanas y Los Palacios que está considerado como uno de los más peligrosos de toda la red viaria española. Pero también es una realidad que el Gobierno de Rajoy se ha comprometido a culminar en los próximos años esta futura autovía de más de 70 kilómetros para que llegue de esta manera hasta el aeropuerto de Jerez. Y ello, cuando sea realidad dentro de varios años, permitirá no sólo contar al fin con una vía de alta comunicación gratuita entre Cádiz y Sevilla sino también, y sobre todo, dar mucha más seguridad a una carretera plagada de trampas en forma de cambios de rasante, cruces o curvas. 

La propia Ana Pastor lo digo hace más de dos años. "Mientras yo sea ministra de Fomento no se prorrogará el peaje de la autopista Cádiz-Sevilla". Por eso, a día de hoy se puede afirmar que Pastor ha cumplido su palabra. 

En ningún caso se puede cantar victoria, porque en esta provincia tenemos un máster en prórrogas de peajes, pero también es verdad que los diferentes gobiernos de España que dieron ese paso jamás esperaron tanto para cerrar un nuevo acuerdo con la empresa concesionaria de la explotación de la AP-4, Aumar. 

Hoy quedan cuatro años, dos meses y una semana para que la autopista Cádiz-Sevilla sea gratuita. Ello será una realidad el 1 de enero de 2020... salvo que haya otra prórroga. Y eso, sin duda, será una patata muy caliente que tendrá sobre la mesa el partido (o los partidos) que tomen las riendas de este país tras las elecciones generales del 20 de diciembre. Nadie en la provincia quiere otro peaje en una autopista que ya ha sido amortizada con creces. Pero el hecho de que el desdoble de la N-IV -concebida como una alternativa gratuita a la AP-4- empiece a ser una realidad siembra no pocas dudas. Y eso sin contar el dinero que el Gobierno recibe anualmente de Aumar y lo que se ahorra en mantenimiento de esta vía. 

Estos son los argumentos de peso, sobre todo el segundo puente y el tren, que jalonan una legislatura histórica en cuanto a avances en infraestructuras en la Bahía de Cádiz. La historia en la comarca del Campo de Gibraltar, ya se sabe, es bastante diferente.

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