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24 junio 2013

PASTOR IMPULSARÁ LA MARCA DE RENFE EN EL EXTRANJERO

LA MARCA AVE EN EL EXTERIOR

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España busca participar en la construcción de la línea de alta velocidad de Kazajstán. El proyecto ferroviario que se hizo en Medina y La Meca fue el mayor contrato industrial de España

• El AVE sale fuera en busca de nuevos horizontes. Al gran número de kilómetros que acumula ya en nuestro país, la alta velocidad explora a fondo la internacionalización. Tras exitosos proyectos, España está interesada ahora en participar en la construcción de la línea ferroviaria de Alta Velocidad de Kazajstán, que unirá de norte a sur el país, dado que enlazará la capital Astaná con Altamy, la segunda ciudad más importante. Según informó el Ministerio de Fomento, la titular del departamento, Ana Pastor, emprenderá hoy, lunes, un viaje oficial de dos días para “impulsar la participación española” en este y otros proyectos de infraestructuras que se promueven en el país.

  En su visita, Pastor transmitirá al primer ministro kazajo, Serik Akhmetov, y al ministro de Transportes y Comunicaciones, Askar Zhumagaliev, el interés de las empresas españolas por estos proyectos. También ofrecerá la experiencia y know-how adquiridos gracias al continuo desarrollo y modernización de infraestructuras en España.
   
  La ministra de Fomento se referirá al reconocimiento internacional español en este ámbito y a la participación en proyectos emblemáticos como el AVE La Meca-Medina. Fomento acaba además de promover la constitución del consorcio de empresas españolas que competirá por el AVE de Brasil.

  Kazajstán ha diseñado, junto al Banco Mundial, el Programa Estatal de Infraestructura de Transporte hasta el año 2020. Su objetivo es aumentar la competitividad del sistema de transporte del país, desarrollar un mejor uso de su potencial de tránsito, crear empleo y mejorar de la seguridad y la calidad de los servicios de transporte.
  Fomento considera que varios de los proyectos a desarrollar pueden resultar interesantes para las empresas españolas. Entre ellos, menciona la construcción de nuevas líneas ferroviarias y la de Alta Velocidad entre Astaná y Almaty, los trenes ligeros de Astaná y Almaty, el desarrollo de la red de carreteras y de líneas de autobús, y la modernización de los aeropuertos de Astaná y Almaty.

  El departamento que dirige Pastor estima que también la Expo 2017, que se celebrará en Astaná, constituye una oportunidad para las infraestructuras de la ciudad y del país, ya que es necesario construir todo el entramado que requiere un evento de semejantes características.

  La Meca-Medina

  Hace casi tres años, un consorcio español, en el que también participaron empresas saudíes, se adjudicó el proyecto de construcción de una línea de AVE que unirá las ciudades de Medina, Yeda y La Meca en Arabia Saudí, un megaproyecto presupuestado en 6.736 millones de euros. Se trató del mayor contrato de ámbito internacional conseguido por empresas españolas. En el consorcio hispano-saudí Al Shoula Group participaron las empresas públicas Adif, Renfe, Ineco (dependientes del Ministerio de Fomento), Indra, OHL, Consultrans, Copasa, Imathia, Cobra, Dimetronic, Inabensa y Talgo, así como las empresas saudíes, Al Shoula y Al Rosan. Talgo será la encargada de suministrar los trenes. Las empresas españolas controlaron el 88% del consorcio y los socios locales de Arabia el 12% restante.

  
  El ‘AVE del desierto’

  El proyecto era considerado una necesidad urgente y prioritaria para el Reino de Arabia Saudí, ya que con sus 450 kilómetros de vía doble electrificada daría servicio a los peregrinos que realizan su viaje entre La Meca y Medina, cuyo número crece constantemente, así como a los visitantes y residentes de ambas ciudades.

  Se trataba de un proyecto global que incluía desde la construcción de la plataforma de la línea, de unos 450 kilómetros de longitud, hasta la instalación de su superestructura, 35 trenes de alta velocidad diseñados para velocidades de más de 300 kilómetros por hora (y opción de compra de otros 23 trenes más durante el período de operación) y el posterior mantenimiento de los trenes y del corredor durante los próximos 12 años.