ABC.ES

5 febrero 2013

Economía
 

"HEMOS REDUCIDO LAS PÉRDIDAS DE RENFE EN 300 MILLONES"

 
yolanda gómez, luis m. ontoso / madrid
Día 05/02/2013
-ABC entrevista a Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe, y artífice de una rebaja de los números rojos de la sociedad pública que va desde los 365 millones de 2011 hasta los 40 millones con que prevé cerrar las cuentas de 2012

Si alguna vez cogen el tren de Cercanías en la madrileña localidad de Aravaca, fijénse en quién se sienta a su lado. Podrían tener como acompañante al propio presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, quien —confiesa— trata a menudo de esquivar el sofocante tráfico de la capital y opta por probar, de paso, los servicios de la empresa pública que dirige desde hace algo más de un año.

Su estación de partida hay que buscarla el día de su nombramiento, el 20 de enero de 2012. Su destino principal:sanear las cuentas de la empresa para situarla en una posición competitiva tras la futura liberalización ferroviaria, un proceso que prevé poner en marcha el 31 de julio.

—Esta semana han presentado una rebaja en los billetes del AVE y nuevas tarifas flexibles. ¿Cuál es su objetivo?

—Esta medida pretende ofrecer facilidades para que todo el mundo pueda desplazarse en los trenes de alta velocidad y de forma más asequible, y elevar la ocupación entre un 5%y un 10%. Nos interesan especialmente los jóvenes, cuya utilización está muy debajo del uso potencial y nos queremos dirigir también a los viajeros frecuentes, y para estos colectivos hemos creado el carnet joven y el bono AVE.

—¿Qué impacto económico puede tener en la cuentas de Renfe?

—Nuestro objetivo es que los incrementos que se produzcan en la demanda del tren compensen la reducción de precios que estamos haciendo, de modo que tengamos los mismos retornos.

—¿Cuál es ahora la ocupación media del AVE?

—El aprovechamiento —viajeros por kilómetro— actual es del 61%, con unas variaciones que van desde el 55% en el Madrid-Huesca, al Madrid-Barcelona, que está en una ocupación media del 68%. Queremos que el rango medio de aprovechamiento se sitúe en el 70%.

—¿Cuándo llegará el AVE a Alicante y a Galicia?

—Esperamos que en junio llegue a Alicante y a Galicia, como ha anunciado el presidente del Gobierno, la intención es llegar en 2018. El recién estrenado trayecto Barcelona-Figueras está funcionando muy bien. En tan solo 20 días hemos vendido 58.132 billetes.

—¿No es el AVE uno de los grandes derroches de la época de bonanza? ¿Merece la pena la enorme inversión que supone?

—La conexión de alta velocidad en países como España es mucho más eficiente que el transporte interno por avión. Dentro de cincuenta años todo el mundo estará conectándose por alta velocidad y el transporte aéreo quedará para el largo y el medio radio.

— ¿Y no se ha hecho demasiado rápido? ¿Puede España permitirse el lujo de ser uno de los países del mundo con más kilómetros de alta velocidad?

—Ha habido un ritmo demasiado acelerado de inversión tanto en la alta velocidad como en los aeropuertos. La situación de endeudamiento que ha heredado ADIF, AENA o Renfe pone de manifiesto que se ha acometido la inversión únicamente con recursos ajenos, con endeudamiento. Y eso es una mala gestión y una mala planificación, que ha provocado que Aena tenga una deuda de 14.000 millones, ADIF de otros tantos y Renfe de 5.000.

—¿Cómo ha ido su primer año al frente de Renfe? ¿Ha conseguido reducir esos números rojos?

—Hemos hecho un ejercicio muy importante en muchos frentes. Para sanear las cuentas hemos reducido la estructura directiva entre un 30 y un 40%; hemos ajustado los gastos de personal entre un 25% y un 30%...

—¿Bajando los sueldos?

—En la estructura directiva bajando los sueldos, en algunos casos, hasta en un 40%. Hemos reducido los gastos de explotación en 112 millones de euros; el endeudamiento en 220 millones, con el consiguiente alivio en la carga de intereses...

—¿Ya está por debajo de los 5.000 millones la deuda de Renfe?

—De los 5.200 millones que encontramos en 2011, hemos bajado a 5.000.

—¿Y cómo se han cerrado las cuentas de 2012?

—Todavía no tenemos cerrado el ejercicio, pero creo que vamos a cerrar con unas pérdidas de alrededor de 40 millones, frente a los más de 365 que se perdieron en el año 2011, por tanto ha habido una mejora de más de 300 millones. La fuerte reducción de gastos de explotación ha permitido compensar una pequeña caída de los ingresos.

—¿Lograrán beneficios en 2013?

—Va a ser un ejercicio complejo por la absorción de FEVE, que se tiene una situación financiera muy mala. Renfe le va a prestar su músculo gestor y su apoyo financiero, pero FEVE es una sociedad que estaba en una situación muy débil. En este primer año vamos a conseguir algunas sinergias importantes, por encima de los 5 millones de euros. Pero, evidentemente, en 2013 la integración va a tener un impacto negativo en la cuenta de resultados de Renfe.

—¿Qué otras tareas ha acometido en este primer año al frente de la compañía?

—Además de la absorción de FEVE, el pasado 31 de diciembre el Gobierno aprobó las nuevas obligaciones de servicio público; se firmaron los convenios entre Renfe y el Ministerio de Fomento de servicios de cercanías y media distancia para los años 2011 y 2012 y el cobro de las cantidades pendientes; hemos empezado a trabajar en los planes de liberalización y hemos planteado la reorganización de Renfe en cuatro sociedades. Ha sido un año muy intenso y muy satisfactorio tanto en objetivos conseguidos como en planificación de objetivos para 2013.

—En diciembre se aprobó la supresión de treinta trayectos de media distancia. ¿Ya se han suspendido?

—Estamos analizando con las comunidades cuál va a ser el mapa de las obligaciones de servicio público (OSP) en cada una de ellas. Renfe ha hecho un enorme esfuerzo para compensar la eliminación de trenes de media distancia con el mejor aprovechamiento de los trenes de largo recorrido, que pararán donde antes paraban los otros. Tenemos un plazo de seis meses para suprimir esos trayectos, pero lo vamos a hacer con la plena conciencia de la sociedad española de que se está acometiendo un proceso de racionalización y optimización de los recursos que era muy deseable.

—¿Alguna localidad se va a quedar sin comunicación?

—No. Lo que nos hemos planteado es cuál es la manera más eficiente de mover a las personas. No tiene sentido llevar a 12 personas en un tren de 200 plazas. Sin dejar a nadie sin transporte, lo que haremos será ajustar el medio utilizado —autobús o tren— a las condiciones de la demanda.

—Acaban de integrar a FEVE. ¿Se van a suprimir puestos de trabajo?

—Tenemos un compromiso con el mantenimiento del empleo. Y cualquier decisión que en un futuro se pudiera tomar siempre sería en escenarios voluntarios y, de concertación con los trabajadores. Afortunadamente, antes del 31 de diciembre se firmaron los convenios de Renfe, FEVE y ADIF.

—Y este verano se liberaliza el sector ferroviario. ¿Con qué objetivo?

—Ya está liberalizado el transporte internacional de viajeros y el nacional e internacional de mercancías. Lo que quedaba por liberalizar era el transporte nacional de viajeros. La CE ha planteado 2019 como fecha límite y nosotros vamos a adelantarla al próximo 31 de julio, porque creemos que la liberalización es buena para los ciudadanos. Su objetivo es ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos. Si no se consigue, nos habremos equivocado. Además, la liberalización no debe infrigir un daño económico a Renfe.

—Teóricamente no es un buen momento captar inversión extranjera ¿Por qué se liberaliza ahora?

—Los procesos de liberalización bien gestionados en España han sido siempre historias de éxito. La liberalización de las telecomunicaciones, de la distribución de carburantes, de la energía,... Pensamos que estas mismas condiciones se tienen que dar en el mercado ferroviario.

—¿Sigue siendo el transporte ferroviario de mercancías una asignatura pendiente?

–Sí. Esto no quiere decir que las necesidades de las empresas no se estén atendiendo. Tenemos un transporte de mercancías por carretera extraordinario. Pero es verdad que hay una serie de bienes cuyo transporte idóneo es a través del ferrocarril. Hay cuellos de botella heredados en la articulación de los puertos con la red ferroviaria. El Gobierno está trabajando en establecer un plan logístico que permita hacer más eficiente el transporte por mercancías.

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