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Otra joya ferroviaria, la ‘cocodrilo’ de Soller, acaba sus días bajo el soplete de un chatarrero

10 enero 2012

Otra joya que cae. El soplete ha puesto fin a la existencia de la ‘cocodrilo’ de Soller, que recaló en la isla en 2006 tras un intercambio con el Museo Vasco del Ferrocarril de Azpeitia al que le cedió un tranvía que en su día había cubierto servicio en las calles de Bilbao, con el número de serie U-52. La locomotora eléctrica llegó para cubrir el servicio turístico del tren de Soller, pero al cabo de poco tiempo acabó sin destino y a merced de los vándalos, hasta que sus propietarios decidieron, sin aviso, convertirla en chatarra. El patrimonio ferroviario español pierde así otra de sus piezas históricas.

La ‘cocodrilo’ de Soller perteneció a los Ferrocarriles Vascongados y acabó su vida activa en 1999 en el servicio de Vías y Obras de la compañía que heredó su propiedad, Eusko Tren. Seriada con el número 10 (4010 cuando estuvo en manos de Feve) y bautizada con el nombre de ‘Irukurutzeta’, esta máquina formaba parte de una serie de diez vehículos fabricadas por la firma suiza Brown Boveri, entre 1928 y principios de 1929, si bien la parte mecánica corrió bajo la responsabilidad de firma belga Haivie St Pierre. Entregada en el puerto de Alcudia, se desmontaron los bogies, se adaptaron al ancho de vía del Tren de Soller (914mm) y se bobinaron para su tensión. Todo parecía encarrailado, pero sin que nadie lo sepa a ciencia cierta fue apartada en el apeadero de Santa María del Carmí, muy cercano a Palma. Con el tiempo, casi abandonada y cercada para evitarlemales mayores, acabó vandalizada, degradada hasta su descomposición y ahora achatarrada.

Las locomotoras Brown Boveri permanecieron en servicio activo hasta comienzos de la década de los años noventa del pasado siglo, aunque algunas de ellas todavía están en orden de marcha en otros ferrocarriles o en museos, como en el Museo de Azpeitia, donde se custodian la número 2 ‘Ulia’ y la número 6 ‘Arrate’; la número 4 ‘Kalamua’, la 8 ‘Galdaramiño’ y la 9 ‘Andux’ se encuentran en manos del Ferrocarril del Jura, José María Valero y los Ferrocarrules de la Generalitat Valenciana, respectivamente. El resto (la número 1 ‘Ganguren’, la 5 ‘Mugarra’, la 7 Aluitz’) han sido desguazadas o no tienen motor (la ‘Bizkargi’, seriada con el número 3, en el depósito de Azpeitia).

La Compañía de los Ferrocarriles Vascongados fue fundada en 1906 como consecuencia de la fusión de varias líneas de ferrocarril vizcaínas y guipuzcoanas. En 1977 pasó a integrarse en el ente público de ferrocarriles vascos ‘Eusko Trenbideak’.
Aunque son denominadas ‘cocodrilo’, en realidad no son tal. Según aseguran los especialistas, en un sentido estricto, las únicas “cocodrilo” que hubo en España fueron las C-C de vía métrica del ferrocarril de Fuente del Arco a Peñaroya y Puertollano en el tramo electrificado de Conquista. Solamente estas locomotoras tuvieron accionamiento por bielas y un morro en cada extremo. Lo que acaba por reconocerse en el argot ferroviario con el nombre del citado reptil.

El ferrocarril de Sóller realiza desde 1912 ininterrumpidamente y a diario el trayecto en tren entre Palma de Mallorca y Sóller de 27,3 kilómetros y desde 1913 el trayecto en tranvía entre Sóller y el Puerto de Sóller de 4,9 kilómetros.

El ferrocarril de Soller se caracteriza, entre otras cosas, por ser un ferrocarril de vía estrecha, con un ancho de vía de 914 mm (yarda inglesa) poco común en la actualidad y por presentar un material móvil antiguo muy variado, de carácter detallista y mantenimiento artesanal.

Además, el Ferrocarril de Soller destaca por el especial y atractivo trayecto que realiza superando la barrera natural que supone la Sierra de Alfàbia, con sus 2,8 kilómetros de ancho y 496 metros de alto. Para ello, el ferrocarril, en un tramo de tan sólo siete kilómetros supera un desnivel de 199 metros con una pendiente de 23 milímetros, atraviesa trece túneles con longitudes que van de los 33 hasta los 2.876 metros, sobrepasa varios puentes, el viaducto “dels cinc-ponts” de cinco arcos con luces de 8 metros de altura y cuantiosas curvas, algunas con radios inferiores a los 190 metros.

(Imagen Imgen gt903cc)

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