TRENEANDO

75 años del viaducto Martín Gil

 
 
 
 
 
 
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La Asociación Ferroviaria Zamorana ha organizado una exposición monográfica con motivo del 75 aniversario de la entrada en funcionamiento del Viaducto de Martín Gil, que cruza el embalse que forma el Esla por la presa de Ricobayo, para la conexión ferroviaria entre Zamora y La Coruña, y que durante décadas tuvo el arco de hormigón armado mayor del mundo. La muestra, que se inaugura el 1 de octubre, se podrá ver en el antiguo palacio de la Diputación de Zamora, del 2 de octubre al 16 de noviembre.

Con 470 metros de longitud y 60 metros de altura sobre el nivel máximo del embalse del río Esla, dispone de un amplio arco con 210 metros de luz, sigue siendo hoy ejemplo internacional de innovación de la ingeniería civil española, a pesar de los años transcurridos desde su construcción. La obra refleja ligereza y sencillez a la vez de solidez y robustez. En su construcción participaron dos importantes ingenieros de la época: Francisco Martín Gil, en la redacción original del proyecto (falleció en 1933, antes de finalizar las obras) y Eduardo Torroja Miret, en la fase de ejecución.

Durante los trabajos fue necesario realizar modificaciones al proyecto, así como adaptarse a las averías del embalse, a los destrozos por los vientos invernales y a las implicaciones de la Guerra Civil. Sin embargo, todas estas dificultades sólo hacían incrementar el ingenio de los profesionales que participaron en la ejecución, como ejemplo, la modificación del sistema de montaje basándose en auto-cimbra metálica.

El viaducto, inaugurado el 17 de abril de 1943, salva las aguas del embalse de Ricobayo, a unos 15 kilómetros de la capital zamorana en plena Tierra del Pan. Los primeros estudios de su construcción surgen como necesidad de superar el pantano, una vez que éste se construyó en la década de los 20 del pasado siglo. El proyecto definitivo es de 1932. Se calcula que el coste final de la obra alcanzó la cifra de 11.495.200 pesetas de la época (equivalentes hoy aproximadamente a 2,7 millones de euros).

Este excepcional viaducto fue puesto a prueba de forma extrema por las condiciones climatológicas durante la construcción del gran arco central. La noche del 15 al 16 de febrero de 1941 un fuerte huracán con rachas de viento de hasta 180 kilómetros por hora arrasó las instalaciones empleadas para su construcción, sin producir desperfecto alguno en la estructura de la obra construida.

La prueba de carga a la que son sometidas este tipo de infraestructuras, no pudo ser realizada por un tren tal como se había previsto para la finalización de la obra, pues el tendido ferroviario no había llegado todavía a este punto. Dicha prueba se llevó a cabo colocando una masa de 450 toneladas de balasto a la altura de la clave del arco central.

También alcanzó notoridad por un suceso luctuoso. En la tarde del 19 de octubre de 1964, parte de un tren de mercancías que circulaba con dirección Zamora, se precipitó al embalse al principio del arco principal del viaducto. Siete vagones de una composición de 21 unidades fueron arrastrados hacia el embalse a causa de una explosión ocurrida en uno de ellos. Los vagones, del tipo J300.000, fueron construidos para la antigua Compañía M.Z.A.
Después de 11 años, fueron recuperados 5 de los vagones en cuanto las condiciones de nivel de agua embalsada lo permitieron. Dos vagones descansan todavía junto al salmer de arranque del arco principal del lado Zamora, aguas abajo del viaducto.

Se han contado diferentes versiones acerca de este suceso, algunas de ellas totalmente inverosímiles, pero que alguna gente de la época recuerda. La más conocida, y lo que en su momento publicó la prensa, es que en este tren había un vagón en el que se transportaban 142 kilos de material pirotécnico. En todo caso, la estructura del viaducto no sufrió desperfecto alguno; tan solo un tramo de barandilla, construida en cemento armado, fue destruida. Hubo sin embargo una víctima mortal, que fue el mozo de tren; resultaron heridos otro mozo, un agente del servicio eléctrico, el fogonero y el jefe de tren.

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