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Documental sobre el túnel de La Engaña

 
 
 
 
 
 
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El director reinosano Richard Zubelzu estrena ‘Una gesta bajo la maleza’, documental que versa sobre el abandonado túnel de La Engaña entre Cantabria y Burgos, y que ayer se proyectó en el Teatro Principal de Reinosa. Zubelzu realiza este nuevo proyecto bajo la producción y guión de Magda Calabrese y a través de él acerca al público al abandonado túnel de La Engaña, un amplio túnel ferroviario de 6.976 metros de longitud apto para albergar doble vía que nunca llegó a ser utilizado.

El documental acerca al público al abandonado túnel de la Engaña recuperando la memoria histórica contada desde el punto de vista más positivo, gracias a la colaboración desinteresada del historiador Miguel Muñoz de la Fundación de Ferrocarriles españoles, El Diario Montañés, Dúnia Rossell (Ashef), Mercedes Lóper García profesora titular de Estética de la Ingeniería en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y Benedicto Gómez López, antiguo trabajador del túnel, desde el entusiasmo, gratitud y recuerdo nostálgico de la época en la que vivió y trabajó en la Colonia Obrera

El túnel de La Engaña, situado entre los municipios de Vega de Pas, en Cantabria, y Pedrosa de Valdeporres en Burgos, se construyó como parte del proyecto de ferrocarril Santander-Mediterráneo que pretendía unir el mar Cantábrico (Puerto de Santander) y el mar Mediterráneo (Puerto de Sagunto) y que no llegó a utilizarse nunca de forma oficial.

La vía quedó inconclusa a 67,5 kilómetros de la capital cántabra. El kilómetro cero estaba en Calatayud. Hasta allí llegaba, desde el puerto de Sagunto, el ferrocarril Central de Aragón, que entró en funcionamiento en 1902 y unía Valencia con Zaragoza con un recorrido de casi 299 kilómetros. El objetivo teórico era enlazar ambas vías. Desde Calatayud se construyeron 366,547 kilómetros hasta Cidad-Dosante, en Burgos, a lo largo de los cuales se distribuían 57 estaciones.

El trazado se dividió en siete secciones. Las seis primeras, entre Calatayud y Cidad-Dosante, se construyeron en un tiempo récord, a un ritmo de más de 60 kilómetros por año. En noviembre de 1930 ya estaban todas abiertas al tráfico. La sección séptima no se acometió porque planteaba una solución chapucera para llevar el tren a Santander. Este tramo se extendía entre Cidad y Ontaneda (48,4 kilómetros), donde se suponía que la nueva vía de ancho normal debía empalmar con la del ferrocarril de vía estrecha Ontaneda-Astillero, un imposible que obligaba a costosos, incómodos y poco competitivos transbordos. En 1927, un decreto ley del Gobierno reservó al Estado el derecho a modificar el trazado de la sección séptima desde Cidad.

La Guerra Civil retrasó el proyecto y hasta finales de 1941 no comenzaron las obras. La más compleja incluía la construcción del túnel de La Engaña que permitía el paso de Cantabria a Burgos bajo la montaña. El ritmo de construcción era lento porque se sustentaba en el trabajo manual, pero, pasados los primeros años, la empresa adjudicatria los ralentizó aún más. Ante la incapacidad para llevar las obras a término, la concesión fue transferida a otra compañía en agosto de 1950. Los trabajos en el tramo concluyeron al cien por cien en 1961, pero dos años antes el Gobierno había renunciado al proyecto y no se llegó a tender la vía ni se colocaron las señales.

Zubelzu, nacido en Reinosa, tiene estudios de Imagen y tras el paso por distintas experiencias negativas en el mundo audiovisual, se lanzó por su cuenta con proyectos propios como “La Hipoteca”, “La cuesta de Moyano” y “Beti Jai, La Capilla Sixtina de la Pelota”, y en 2016 el largometraje “Teatro ¿Off?” en el que se encargó de la producción. En 2017 vuelve a la dirección con ‘Fuera de juego’ y ‘Una gesta bajo la maleza’.

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