Estación de Vigo-Guixar, poco antes de las nueve de la madrugada, esta misma semana: a esa hora comienzan a llegar los viajeros que subirán al Tren Celta con destino Oporto. La mayoría de fuera de España y de ellos una gran parte peregrinos que han realizado el Camino hasta Santiago. 
Este tren arranca desde VigoGuixar todos los días a las 08.58 y 19.56 y en sentido contrario lo hace desde Oporto-Campanha a las 08.15 y a las 19.15. En esas horas se puede ver la estación viguesa llena de peregrinos, extranjeros en la mayoría de los casos, que han terminado el Camino de Santiago y se dirigen a Oporto para ir al aeropuerto de la ciudad o bien para visitar la segunda ciudad portuguesa. 
Este es el caso de Amalia, una holandesa que hizo el Camino de Santiago acabando su visita en las islas Cíes y que cogió el tren para Oporto para desde su aeropuerto  poder volar a su ciudad. 
También hay casos como el de Eric, un estadounidense que se dirigía junto con su familia a la ciudad de Fátima y se vio obligado a coger este tren por la huelga de autobuses. “Nunca había estado antes en Galicia y el Camino de Santiago nos ha encantado”, contó el turista antes de subir al tren. 
La mayoría de los que utilizan esta línea son de origen argentino, japonés y estadounidense, sobre todo en la época de verano en la que el turismo aumenta. Sin embargo, en invierno la situación es bien distinta. “En invierno se ve mucho estudiante y sobre todo de Erasmus”, explicó una trabajadora de la estación. Además de los turistas, los españoles y los portugueses también utilizan este convoy para visitar las respectivas ciudades y pasar el día en ellas.
 “Muchos portugueses vienen en el tren de la mañana para pasar el día en la playa y después se vuelven en el tren de las ocho”, añadió una trabajadora del INE que hacía encuestas en la estación. 
Asimismo los españoles también van a pasar el día o un fin de semana a la ciudad lusa, pero durante los días de semana se ven muy pocos, predominando los extranjeros.