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28 enero 2016

El Museo Galego do Ferrocarril o lo que pudo haber sido y no es

La ambiciosa propuesta de Arousa Tren perdió la apuesta con Monforte a principios de este siglo

ANTONIO GARRIDOvilagarcía / la voz, 28 de enero de 2016. Actualizado a las 05:00 h.

 

El museo de Vilagarcía ha resultado ser algo mucho más modesto de lo que quizás se merecía.AMPLIAR IMAGEN

V. MEJUTOEl museo de Vilagarcía ha resultado ser algo mucho más modesto de lo que quizás se merecía.

 

La oportunidad surgió en los albores del siglo XXI pero Vilagarcía dejó escapar el tren, nunca mejor dicho. La asociación Arousa Tren planteó la opción en todas las instituciones posibles de crear el gran museo del ferrocarril de Galicia en los terrenos de Carril. De lo que se propuso a lo que finalmente se hizo media un trecho importante. La aguada, que ha desaparecido en las últimas semanas, era, por ejemplo uno de los elementos que aparecían en los planos. Lo que iba a ser un gran lugar de exposición, que atraería a visitantes de toda España, se ha convertido en un pequeño espacio por el que apenas pasaron tres mil personas en el año 2014 según los datos del propio Concello, y que es desconocido para la inmensa mayoría de los vilagarcianos.

 

 

El cierre de los talleres

 

Todo comenzó a raíz del cierre de los terrenos de Renfe en Carril en 1991. Fue entonces cuando la asociación compostelana de amigos del ferrocarril aprobó la propuesta de solicitar la instalación del museo gallego del ferrocarril en esos terrenos. Empezaba una pelea larga y complicada, en la que Vilagarcía competía con Santiago y con Monforte y en la que la villa lucense se alzaría con la victoria.

Tras aquella petición inicial continuaron las gestiones. Había muchos intereses en juego, Renfe pidió la recalificación del suelo de industrial a urbano, pero el Concello de Vilagarcía frenó esas ansias especulativas con un informe desfavorable en 1994. Se sucedieron las reuniones entre los distintos actores implicados pero todo caminaba con una actitud exasperante, hasta que en julio de 1999 se creó la asociación Arousa Tren, uno de cuyos fines estatutarios era la creación del Museo Gallego do Ferrocarril. Todo se aceleró a partir de entonces. Apareció Cuíña como pregonero de las fiestas de San Roque y anunció públicamente que Vilagarcía tendría su museo. Y lo tiene, aunque en poco se parece a lo que soñaron los integrantes de Arousa Tren.

En el completísimo estudio que la asociación preparó para justificar su propuesta se lanzaba la idea de aprovechar tanto el edificio de la antigua estación de Carril como el edificio de mercancías Norte de la estación de Vilagarcía. Esta sería la zona más espectacular, por el notable material de exposición que tendría, con varias locomotoras de vapor de distintas épocas tipos y tamaños, coches de viajeros y maquetas. Además, se utilizarían también los exteriores para poner en valor las grúas, los depósitos de agua o los semáforos y señales mecánicas varias.

 

 

Las rutas

 

La propuesta de Arousa Tren guardaba también la creación de un tren turístico, que recorrería cuatro rutas: Vilagarcía-Santiago-Vilagarcía, Vilagarcía-A Coruña-Vilagarcía, Vilagarcía-Lugo-Vilagarcía (recorriendo la Ribeira Sacra y los cañones del Sil) y el más completo, que saliendo de Vilagarcía recorrería Santiago, Lugo, Ourense y A Coruña.

Aquel estudio tenía un presupuesto perfectamente desgranado y que ascendía a 260 millones de pesetas (alrededor de 1,6 millones de euros), en el que se incluía la equipación básica inicial del museo como la restauración y puesta en marcha del tren turístico, además de las obras de restauración de los diferentes edificios. Tras muchas promesas, tanto de Renfe como de las distintas instituciones, todo aquello quedó en lo que hoy es el museo del tren, cuyas obras, con un presupuesto de 600.000 euros se inauguraron en los primeros días del 2006.

Monforte ganó y es donde se ubica el Museo Galego do Ferrocarril, lugar al que acuden escolares de toda Galicia para ver de cerca la colección de locomotoras antiguas y un parque temático por el que transitan trenes tripulados a pequeña escala.

un sueño frustrado

El presupuesto era de 1,6 millones de euros y en él se incluía un tren turístico

 

El proyecto aprovechaba tanto la estación de Carril como el edificio de Mercancías Norte

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