en Positivo

23 marzo 2015

El tren flotante; la alta velocidad del mañana


El mundo quedó fascinado cuando Elon Musk, fundador de SpaceX, presentó su Hyperloop, un proyecto de ciencia ficción que revolucionaría el convencional transporte terrestre de alta velocidad. Pese a que las pruebas no serán factibles hasta 2016, se espera que cruce California a velocidad y tiempo récord. Para entonces, países como China habrán avanzado a pasos agigantados en la carrera por la innovación tecnológica aplicada al transporte de alta velocidad.

Para un futuro próximo, las nuevas tecnologías proponen un tren flotante sin raíles, movido por levitación magnética, lo que permite aumentar cuantiosamente la velocidad a base de evitar la fricción que causa el contacto con el suelo y su diseño ultra aerodinámico que contrarreste la resistencia del aire.

Pero ésta tecnología supone, por ahora, un gran coste; aparte de que las infraestructuras resultan ser más complejas que las vías convencionales, se requiere una ingente cantidad de electricidad para suministrar a los imanes y las bobinas de cobre que hacen que el tren avance.

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Ante este gran encarecimiento “tenemos que preguntarnos cuánta velocidad extra vale realmente la pena”, señala Jeremy Acklam, experto en transporte del The Institution of Engineering and Technology.

En China, un país tan extenso y con tanta población, reducir las distancias y el tiempo del trayecto compensa realmente el elevado precio que supone la tecnología magnética. La gran potencia asiática, muy interesada en apostar por el transporte de levitación magnética, planea extender su red ferroviaria de alta velocidad para los próximos cinco años, contando con una inversión de 242.000 millones de dólares.

Actualmente, China tiene líneas de alta velocidad como la que transporta pasajeros desde el aeropuerto internacional de Pudong hasta Shanghái, o la línea que va desde Beijing a Guangzhou, el recorrido de alta velocidad más largo del mundo, unos 2.298 kilómetros recorridos en 8 horas.

En el vecino Japón también se impulsa la tecnología por levitación magnética para el transporte ultra rápido. En octubre de 2014 se aprobaron los planes –presupuestados en 50.000 millones de dólares– para construir la futura línea de tren más rápida del mundo, que transportará pasajeros entre Tokio y Nagoya a más de 500 km/h. Si se acaba construyendo será la primera línea magnética que enlace dos ciudades reduciendo en una hora menos el actual trayecto.

Axel García Bolancel
Redacción

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