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El tranvía de Arratia protagoniza una muestra en el Museo Vasco del Ferrocarril de Azpeitia

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El tranvía de Arratia vuelve a la vida. El Museo Vasco del Ferrocarril de Azpeitia abre una muestra sobre el tranvía de Arratia, que permanecerá abierta hasta el próximo seis de abril. Se trata de una exposición que inició su andadura el pasado 30 de enero en Zeanuri (Bizkaia), bajo el título “El Tranvía Eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia. 50 años sin el Tranvía de Arratia”, que también se pudo ver en febrero en Igorre (Bizkaia). La muestra está integrada por unas 150 fotografías, gráficos, noticias de prensa, imágenes de cine (grabaciones de Julián Elejoste, Felipe Manterola y del NoDo), billetes y otros objetos, además de tres maquetas de tranvías.

El Tranvía Eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia, popularmente conocido como el Tranvía de Arratia se inauguró en 1899 y el 30 de noviembre de 2014 cumplió el quincuagésimo aniversario de su desaparición. Coincidiendo con ese aniversario, y con la finalidad de dar a conocer la historia de aquel viejo medio de transporte, Zertu Kultur Elkartea ha organizado, con el patrocinio de la Diputación Foral de Bizkaia, esta exposición, que cuenta con la colaboración entre otras entidades de Euskotren.

Arratia ostenta el récord de haber tenido el tranvía con mayor recorrido de la península. La longitud total llegó hasta los 49,21 kilómetros, de los cuales 20 pertenecían al tramo común entre Bilbao y Lemoa, mientras que los respectivos ramales entre esta localidad y Durango y Zeanuri tenían 14,6 kilómetros cada uno. Se mantuvo en activo hasta 1964 y llegaba hasta el corazón de Bilbao, con una parada terminal junto al teatro Arriaga.

El tranvía se convirtió en el medio habitual de transporte para los habitantes del valle de Arratia. Con él llegaban hasta distintas poblaciòn de la cpnurbación de Bilbao. Cientos de arratiaras debían cogerlo para trabajar en las fábricas de Galdakao, Basauri o Bilbao. También los bilbaínos lo usaban para acercarse a los balnearios de Artea y Areatza. Incluso algunos montañeros compran el billete para trasladarse hasta las faldas del Gorbea.

Juanjo Olaizola, diretor del museo de Azpeitia, explica que tuvo cierta importancia en el transporte de mercancías. “Facilitó el transporte de losproductos agropecuarios del valle y también de la producción de las fábricas como la siderúrgica de Astepe, cementos Lemona, Firestone o La Basconia a los muelles de la ría de Bilbao. El tranvía disponía para este servicio de 11 furgones automotores y 68 vagones, con los que en 1929 llegó a transportar 89.287 toneladas, cifra nada despreciable e incluso superior a la de muchos ferrocarriles convencionales”, apunta. El progresivo desarrollo de los camiones en los años 30 iría arrebatando buena parte de la carga al tranvía, a pesar de que los ingresos por el transporte de mercancías superaron por momentos a los logrados por el tráfico de pasajeros.

El tranvía tardaba hora y media en recorrer la distancia quue separa Zeanuri de Bilbao, pero no era extraño que se duplicara la duración del viaje por complicaciones, en su mayor parte con la instaalación energética. También era anormal que los viajeros se vieran obligados a bajar del transporte, cuando se le hacía imposible salvar las cuestas. Pese a todo, son aún muchas las personas que lo recuerdan con nostalgia.

(Imagen Jeremy Wiseman. Museo Vasco del Ferrocarril)

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