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Trescientos juguetes ferroviarios muestran en Pontevedra la evolución de un siglo y medio de tren

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La historia del tren no sólo puede observarse en los libros. A través del juguete también es posible contemplar la evolución ferroviaria y los cambios y transformaciones que se han producido en el mundo del tren. ‘Historia del tren de juguete español’ tiene precisamente ese objetivo. El Edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra acoge desde este viernes 11 de abril y hasta el próximo 8 de mayo más de 300 juguetes ferroviarios, entre ellos varias piezas únicas nunca antes expuestas al público.

Con esta muestra, la Diputación de Pontevedra conmemora la llegada del ferrocarril a Pontevedra hace 170 años (16 de mayo de 1884). En este siglo y medio largo también se ha producido una evolución en el juguete, al fin y al cabo una representación del mundo real a tamaño más reducido. La exposición muestra piezas que tienen tantos años como el tren real y otros que vieron la luz veinte años años de que se cerrara el siglo XX. Se muestran los elementos más característicos del tren, desde estaciones con sus andenes y despacho de billetes; depósitos de locomotoras, guardagujas, depósitos de agua y todo tipo de máquinas y vagones.

“Es la exposición de juguetes más completa que se puede visitar ahora en España”, asegura José Antonio Quiroga, comisario de la muestra. Quiroga asegura que se puede realizar un recorrido completo de la historia del ferrocarril a través de estas obras maestras “admiradas por coleccionistas de todo el mundo”. Descata sobre manera el conjunto de catorce juguetes de la mímica marca Hispania, elaborados por hojalateros del Barrio de Gracia de Barcelona, y entre ellos figuran piezas que nunca antes habían sido expuestas. También es posible observar la evolución de los materiales empleados, desde la hoja de lata, pasando por la madera, el celuloide y terminando con el plástico del siglo pasado.

Una de las piezas más cotizadas de esta exposición data de 1918. Se trata de un tren de madera, que se atribuye al taller de Joaquín Torres-García, uno de los grandes especialistas en el diseño de juguetes. Sus modelos son muy cotizados por su gran maestría en el acabado. Un incendio acabó con el taller donde el artesano realizaba su trabajo. Apenas se rescataron unos pocos ejemplares que ahora forman parte de colecciones museísticas, como el MOMA o la Quiroga-Monte. También destaca el conjunto compuesto por las únicas 11 piezas realizadas por el alemán Enrique Keller y entre las cuales figuran locomotora, ténder y coches de pasajeros.

La exposición permite descubrir otras piezas, como los primeros trenes de Jorge y Enrique Rais (1884-1910), que se exponen también por primera vez en España. Numerosas estaciones de tren de principios del siglo XX permiten al visitante conocer y diferenciar la arquitectura industrial de este tipo de instalaciones, como la que tuvo Pontevedra en la vieja estación de Campolongo. Una recreación del Talgo realizada por Ibertren en la década de los 70 o el Electrotrén con su Locomotora diésel Renfe (1980) son otras de las piezas más cotizadas de esta muestra en la que hay además trenes de chapa de latón estampada o la mítica Mastodonte de 1930.

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