DiariodeLeón.es

31 marzo 2014

LA LUCHA POR LAS INFRAESTRUCTURAS

 
 

Los escritores leoneses salen en defensa del tren de Feve

La línea de vía estrecha ha inspirado a generaciones de intelectuales leoneses, hoy defienden su continuidad.

El jefe de estación da salida a uno de los trenes de Feve - SECUNDINO PÉREZ

El jefe de estación da salida a uno de los trenes de Feve - SECUNDINO PÉREZ

 

Á. Caballero | León 30/03/2014

Feve es el «tren de campesinos viejos / y de mineros jóvenes» de Antonio Gamoneda, El Transcantábrico al que bautizó Juan Pedro Aparicio para inscribirlo en la leyenda de los convoyes, elPaso a nivel sin barreras del cuento que construyó Julio Llamazares con los restos de la resaca del cierre de 1991, el mixto cargado de Cuatreros de ganado que cantaron los Deicidas, el motor del A galope tendido que filmó Julio Suárez para inventarse que el oeste estuvo en León. La vía estrecha de un relato escrito durante décadas, al que ahora pone los puntos suspensivos el planteamiento delAdministrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de colocar el final de trayecto entre La Asunción y Las Ventas, a casi dos kilómetros del centro de la estación de Matallana. El primer paso de lo que, como interpretan viajeros y trabajadores, resultará un viaje de pérdida de usuarios que servirá como argumento para poner el punto final al Hullero.

«En el andén estalla la campana. / Nos sobresalta la crueldad de un silbido. / El tren arranca. Todo vuelve / a su antiguo sentido.» A la reivindicación de la plataforma contra los recortes ferroviarios en León, que el próximo domingo 6 de abril convoca una gran marcha entre las dos estaciones de la ciudad, le da discurso Antonio Gamoneda. El premio Cervantes entiende que «no habrá una mejora de la línea», sino que se producirá una «pérdida del carácter de la ciudad al perderse la dinámica» de la vía estrecha. «Es inusual en términos civilizados porque en ciudades como las de Suiza y Holanda se sale del centro», reseña el poeta, convencido de que «sólo se entienden las razones desde una perspectiva financiera, sobre motivaciones antisociales que descansan en intereses económicos, de capitalismo de Estado». «Habrá unos terrenos con un valor de uno que pasarán a tener veinte, que quedarán liberados a costa de estos inconvenientes», analiza el literatato, quien abunda en que la decisión supondría «la perspectiva de la privación del medio de comunicación de las comarcas agregadas». La línea por la que, «hace 55 años», escribió el poema Ferrocarril de Matallana para mostrar «la significación de la manera de vivir, comunicarse y activarse en la vida de muchas personas». «Sería antisocial crear una infraestructura con un servicio peor», sentencia. «Cuando bajo del tren, siento frío / en medio de tantan verdad, / y ya entiendo, sin pensar, muchas cosas. / Comprendo, por ejemplo, / la belleza de España. / España es también una tierra, / pero una tierra sólo no es un país; / un país es la tierra y sus hombres. / Y un país sólo no es una patria; / una patria es, amigos, un país con justicia».

«Me parecía increíble que aquel trenecillo, que parecía de juguete y al que llamábamos ‘el hullero’ porque se llevaba el carbón leonés y palentino a la siderurgia vasca, fuese capaz de atravesar la cordillera y llegar a Bilbao». El padrino de El Transcantábrico advierte de que no pertenece «a la cultura del abajo firmante en cualquier cosa». Juan Pedro Aparicio se muestra desconocedor de la problemática actual de Feve en León, pero asegura: «Hay que hacer lo posible por su mantenimiento y que los pueblos de la montaña no pierdan ese sistema de comunicación», recalca el ex director del Instituto Cervantes en Londres. «De León a Bilbao transportaba carbón, y de Bilbao a León transportaba gente».

El ganado de Deicidas

«Cuatreros de ganado en el tren de Matallana, ganadero, revisor vuelan por la ventana…». A ese transporte que citaba Aparicio, le cargaron de ganado Los Deicidas, inspirados en el corto rodado en súper 8 de Julio Suárez que luego se trasladaría al largo en A galope tendido; un periplo cinematográfico en el que el Hullero también tiene sus cameos en Sor Citroën y Cuerda de presos. Hoy «es un gran himno pop rock de León, aunque haya otras canciones que se puedan considerar mejores», apunta la voz del grupo, Felipe Zapico, aunque la letra y música son de José Luis ParajesPájaro. Un agitador cultural al que le parace «una aberración o el tocomocho lo que quieren hacer con Feve, que está gestionada por inútiles o por bandidos». «Los cuateros eran más honrados», apostilla, antes de apuntarse a la teoría de que «luego se perderán viajeros y, con lo que les gusta retorcer las cifras, justificarán su cierre». «Sería una gran pérdida para todo el norte, toda la montaña», reseña, antes de subrayar que quiere que conste que «cometieron un arboricidio con el talado d los árboles del parque de San Mamés y ahora será para nada». «Las reses mugen locas, mientras saltan del vagón, ni Tejas ni Arizona, el oeste está en León».

«Hacía 20 años que trabajaba en el ferrocarril, los veinte en el mismo sitio: aquel paso a nivel perdido en medio del páramo por el que el tren Hullero atravesaba la carretera de Santander». Allí debe seguir Nocedo, el personaje sobre el que Julio Llamazares construyó su cuento Paso a nivel sin barreras, incluido en el libro de relatos En mitad de ninguna parte que ahora se volverá a reeditar. Un guardabarreras al que el cierre de la línea coge por sorpresa pero se mantiene en su puesto, presto a cortar el tráfico cada día, al paso de los convoyes. Una figura entresacada de las vivencias que en 1991 almacenó cuando escribió para El País el reportaje titulado ‘Muerte de un dinosaurio’, en el que diseccionaba el tranque de la línea. Casi una metáfora que le rescata ahora la polémica levantada por Adif y el augurio de los trabajadores de que es el primer paso para clausurar la vía estrecha leonesa. «No es difícil imaginarlo», concede el escritor leonés, que entiende que «la línea tiene que quedar como está porque si no llega hasta el centro pierde todo su sentido vertebrador». El vehículo que el literato leonés ha utilizado en sus libros como referente, como el tren en el que huye Ramiro en Luna de lobos, o de manera directa, como aparece en El río del olvido o Escenas de cine mudo. Un tren que «es más que un tren para León y Palencia, es una seña de identidad cultural, paisajística y hasta económica». «Al final lo que habrá que crear es una gran plataforma de Salvemos León», augura. «Cuando le sacaron de entre los hierros, todavía seguía cortando el tráfico con la bandera».

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