El comité de dirección de Renfe, reunido en Madrid el miércoles hasta primera hora de la noche, trató en el apartado de ruegos y preguntas -no estaba incluido en el orden del día- la eventual dimisión de su director de Seguridad en la Circulación, Antonio Lanchares, que la semana pasada fue imputado en el caso Alvia junto a tres técnicos de la ingeniería pública Ineco. El propio Lanchares anunció su intención de abandonar un cargo que ha ocupado desde el 2005, al considerar que la investigación judicial sobre su papel en la seguridad del tren Alvia accidentado podría interferir en el desarrollo de las funciones cotidianas de su departamento.

Fuentes de la operadora ferroviaria explicaron, no obstante, que la dimisión no se va a hacer efectiva, pues la empresa «no tuvo en cuenta su petición», al considerar que se trata de «un gran profesional con un amplio bagaje en esas responsabilidades». Tras explicar la dirección de Renfe su posición al respecto y mostrarle su «total respaldo y confianza», Antonio Lanchares «reconsideró su intención de dimitir», explicaron las mismas fuentes. Las víctimas del Alvia solicitaron recientemente el cese del alto cargo de la operadora.

El juez del caso Alvia llamó a declarar como investigado a Lanchares el próximo día 7 de noviembre, al considerar que su posición a la hora de evaluar los riesgos de la línea era una responsabilidad «compartida» con el ADIF, según precisó el exdirector de Seguridad en la Circulación del administrador ferroviario, Andrés Cortabitarte, que hasta ahora era el único imputado junto con el maquinista. Lanchares también tendrá que explicar su petición para desconectar el ERTMS embarcado.