Fallece arrollado por un tren a pesar de los intentos de peatones por evitarlo

BORJA PINO
AVILÉS

Dos agentes de la Policía Nacional observan los restos mortales de J. A. G. A. En segundo plano, el convoy de Feve detenido tras el accidente. / MARIETA

Lavíctima, de 47 años, había sido apartada previamente por varias personas tras comprobar su intención de arrojarse a las vías en Larrañaga

Un hombre de 47 años, identificado por las iniciales J. A. G. A. falleció ayer al ser arrollado en el paso a nivel de Larrañaga por un tren de pasajeros de Feve que cubría la línea Cudillero-Gijón. El suceso, acaecido alrededor de las dos y media de la tarde, obligó a suspender el tráfico ferroviario tanto en la línea de Feve como en la de Renfe, lo que provocó retrasos en cuatro convoyes.

Según informaron testigos presenciales del suceso, momentos antes del incidente el sujeto había manifestado su intención de arrojarse ante el tren y llegó a realizar amagos en ese sentido. Varios peatones dialogaron con él e intentaron convencerle verbalmente de que no lo hiciese; algunos, incluso, llegaron a apartarlo del paso a nivel. No obstante, el hombre ignoró sus palabras, se zafó de ellos y consumó su objetivo.

Inmediatamente después del suceso, los presentes alertaron al Centro de Coordinación de Emergencias del 112, cuyos efectivos se pudieron rápidamente en acción. Los primeros en llegar a la escena fueron agentes de la Policía Local de Avilés, que procedieron a mantener a los curiosos alejados del lugar del atropello y a tranquilizar al conductor del convoy, que se encontraba detenido a escasos metros del paso.

Pocos minutos después se desplazaron hasta Larrañaga una ambulancia y varias patrullas de la Policía Nacional. Fueron estos últimos los que, tras tomar el control de la situación y certificar el fallecimiento del hombre, esperaron al levantamiento del cadáver y comenzaron las pesquisas para esclarecer lo sucedido. Poco antes de las 15.40 horas la circulación volvía a ser fluida en ambas líneas de tren.