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26 agosto 2014

Sufre una incapacidad permanente absoluta

Una joven arrollada por un tren en 2010 acusa a ADIF de negligencia y reclama 850.000 euros

La víctima, entonces menor, accedió a la vía por una zona que sigue sin valla, en el trazado urbano, para hacerse una foto con unos amigos »El caso ha sido admitido en el juzgado contencioso tras ser rechazado en vía administrativa

j. fraiz ourense 25.08.2014 | 03:19

 

En la calle Noriega Varela de Ourense, por donde accedió al trazado del tren la demandante, todavía se puede llegar a la vía superando un muro de medio metro de altura y remontando el talud.

En la calle Noriega Varela de Ourense, por donde accedió al trazado del tren la demandante, todavía se puede llegar a la vía superando un muro de medio metro de altura y remontando el talud. // Iñaki Osorio

M.F.R., de 22 años, quería captar con un grupo de siete amigos la mejor estampa posible de Ourense y los puentes que atraviesan el Miño. Eligieron de tiro de cámara un viaducto en el actual trazado de la vía que divide la ciudad en dos. Subieron un muro de medio metro de altura de la calle Noriega Varela, en el barrio de As Lagoas, accedieron al trazado y transitaron por el margen derecho hasta la aparición de un tren que frenó todo lo que pudo y tocó la bocina varias veces tras divisar a personas en la vía. El convoy, que se dirigía a la estación de San Francisco procedente del Empalme, alcanzó a la joven ourensana, que entonces era menor de edad, causándole lesiones graves. Sucedió el 16 de enero de 2010. El caso ha sido admitido a trámite en un juzgado contencioso después de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) negara responsabilidades atribuyendo el suceso, a partir del informe técnico de un gabinete pericial, a una imprudencia de la chica.

Con el letrado Miguel Diéguez como abogado de oficio, la víctima, que sufre una incapacidad permanente absoluta, quiere que la indemnicen. La demanda -por el momento solo se ha anunciado- pedirá casi 850.000 euros. Acusa a la empresa de negligencia por no tener la zona vallada. Así continúa más de 4 años después.

El primer representante legal de la perjudicada pidió en vía administrativa 11.276 euros por los 162 días que permaneció en el hospital, más 42.450 por los 750 días que fueron impeditivos para sus ocupaciones. La mayor indemnización correspondería por las secuelas funcionales para una persona joven. La petición se cifra en 305.000 euros por este concepto, al que la demanda añade otras reclamaciones como perjuicio estético (41.715 euros), la situación de incapacidad permanente absoluta (185.764), los perjuicios morales a la familia (139.323 euros), los daños morales complementarios (92.882) así como un factor de corrección cifrado en 30.540 euros. En total, la víctima pretende que ADIF la indemnice con 849.360 euros. Ante el juez de lo contencioso, su letrado gratuito reclamará la misma cantidad más los intereses generados desde 2010.

La víctima tramitó en 2012 un expediente de responsabilidad patrimonial que fue desestimado íntegramente por ADIF en diciembre del año siguiente. El administrador ferroviario también denegó, por silencio administrativo, el recurso de reposición que antecede a la vía judicial. Aquel escrito que servirá como base a la demanda esgrimía "una clara relación de causalidad entre el actual del ADIF y el evento dañoso, pues recordemos que se trata de una menor de edad que accede a las vías con absoluta y total facilidad, sin que nada ni nadie se lo impida, directamente desde la calle, introducía el escrito. "Salvando un escalón de apenas 40-50 centímetros, en un tramo no existe valla desde hace años y que genera un riesgo constante para los trenes y sus pasajeros, así como para todo usuario de la vía pública, siendo por tanto palmaria la negligencia de ADIF; máxime cuando sigue sin existir en ese tramo valla alguna".

El informe de un gabinete pericial con sede en Madrid, a petición del administrador ferroviario, remarcaba que pese a la carencia de valla hay un muro que se debe superar y consideraba "imposible" un acceso accidental al trazado. "Para llegar hay que escalar el muro de piedra, superar la vegetación existente y ascender por un talud que salva un desnivel superior a los 2,5 metros".

Los peritos también consideraron que había espacio suficiente para transitar por el margen derecho de la vía -donde se produjo el atropello- lejos del alcance de un tren. El maquinista declaró haber pitado desde la salida de un túnel anterior, motivo que para el perito de ADIF permite "advertir su presencia con bastante antelación". Además, el informe alude a la existencia de cuatro pasos inferiores situados a entre 30 y 485 metros del lugar del accidente, así como uno superior a 215 metros, "que permiten salvar el trazado sin ningún peligro".

Según el criterio en el que el administrador se ha basado para negar culpas en el accidente, la joven actuó de forma imprudente, "ya que las características de la plataforma ferroviaria permitían situarse en puntos más alejados en los que no resulta alcanzado por el tren, del que pudo advertir su presencia con antelación suficiente".

El recurso de reposición censuraba estos postulados , "que maliciosamente omiten que la citada recurrente era en el momento del siniestro menor". La administración, según esta parte, es responsable por permitir "el acceso de varios menores sin problema alguno". Su obligación legal, insiste, es "vallar el espacio ferroviario de forma total en todo su discurrir".

A las 16,35 horas del 16 de enero de 2010, M.F.R. y sus siete amigos entraron en la línea ferroviaria a la altura del número 6 de la calle Noriega Varela. En ese punto no hay malla de seguridad. En otros puntos su conservación es deficiente. La víctima y otra chica caminaban más rezagadas. De repente, oyeron la llegada de un tren. El maquinista vio a personas a distancia, tocó la bocina y frenó, según su declaración. La amiga asegura que ambas colocaron un pie en camino paralelo a la vía y el otro, en la pendiente. Ella se libró pero M.F.R. perdió el equilibro, fue alcanzada por el lateral del tren y se precipitó por el talud. El maquinista fue el primero en auxiliarla.

La víctima, que fue evacuada en ambulancia después de que los medios de emergencia tuvieran que cortar unos 2 metros de alambrada de seguridad, sufrió politraumatismo, fracturas, heridas y desgarros.

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