La conexión ferroviaria entre Lorca y Águilas, que está cortada desde la tormenta del pasado 28 de septiembre a consecuencia de los daños producidos por las riadas, necesitará una fuerte inversión para poder recuperar la normalidad. Una inversión que, en estos momentos, Adif cifra en torno a los ocho millones de euros.

A la espera de esa inyección de fondos, Renfe suple el corte de la línea con un servicio de autobuses que recorre por carretera el itinerario habitual de los trenes de cercanías desde Lorca a Águilas. Esto supone un buen paseo para los viajeros puesto que el servicio hace paradas en todas las estaciones del recorrido, como El Esparragal, Almendricos, Pulpí y Jaravía.

Fuentes de Adif indicaron ayer que los técnicos están redactando el proyecto de reparación, pero que aún no han fijado fecha posible para su aprobación. Habrá entonces que buscar la financiación necesaria y llevar a cabo los demás trámites para realizar las obras.

Los daños han sido cuantiosos y, en algunos casos, muy llamativos. Así, en el acueducto sobre la rambla de Nogalte, con unos 150 metros de longitud, han desaparecido algunos de los pilares centrales y, por descontado la vía. En otros lugares de la ruta la vía ha quedado totalmente al aire al arrastrar las aguas el apoyo de piedra y tierra.

La fuerza de las aguas fue de tal magnitud que, incluso, dobló las vías y hay zonas en que el trazado parece un tobogán. En otros puntos todavía la maleza y el barro de los arrastres lo cubren todo. En otra de las ramblas, cercana a Pulpí, el boquete que produjeron las aguas fue de unos 36 metros de longitud y casi diez de altura y la vía quedó colgada sin ningún tipo de apoyo.

A finales de agosto la circulación de la línea de cercanías hasta Águilas también quedó interrumpida como consecuencia de las lluvias que se produjeron en esa época. El Talgo especial Madrid-Águilas, los viernes y domingos de regreso, que ha venido funcionando el pasado verano, no pudo llegar a la ciudad costera en la noche del 30 de agosto por la acumulación de agua en las vías, en las cercanías de Pulpí. Precisamente, en esa zona, ahora se han repetidos daños pero en mucha mayor proporción.

Durante casi un mes se mantuvo, junto a los trenes de cercanías, ese servicio de Talgo directo a Madrid, con precauciones en cuanto a velocidad. Se ha mantenido en funcionamiento hasta el pasado domingo día 14, con una ocupación media del 85%, pero desde el 28 de septiembre la llegada y salida ha tenido que ser desde Lorca por los destrozos de la riada en la línea. Los viajeros eran trasladados en autobús hasta la costa. Esta línea también se vio afectada el año pasado por los terremotos.