elcomercio.es
10 abril 2019
Cuencas
El soterramiento de Langreo, parado por problemas burocráticos en Madrid
El proceso administrativo iniciado hace siete meses ha sido anulado y debe iniciarse de nuevo. «Es un desastre absoluto», subraya el alcalde
Nuevo mazazo para los vecinos de Langreo. El soterramiento se bloquea en el proceso administrativo. Ayer el alcalde, Jesús Sánchez, lo calificaba como «un desastre absoluto. Alguien tendrá que asumir responsabilidades, el ministro de Fomento, la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) o el secretario de Estado». El Gobierno central habría comunicado hace varios días, según ha podido saber EL COMERCIO, dichos problemas al Principado, que se ha visto incapaz de solucionarlos y finalmente fueron trasladados al Ayuntamiento de Langreo.
Las obras llevan casi un año paralizadas. La razón, que las tres administraciones, Ejecutivo nacional, Principado y Consistorio de Langreo debían firman un anexo al convenio orignal para que el Gobierno regional cediese su encomienda de relizar la superestrucutra ferroviaria a Adif. Se recibieron al menos dos borradores que fueron firmados por las instituciones asturianas. Parecía que el asunto estaba solucionado. Pero, para la rúbrica del Gobierno central se requiere un informe favorable de los servicios jurídicos del Ministerio de Hacienda. Un informe que no fue positivo, lo que imposibilita la firma y, por tanto, que se camine hacia la licitación de los trabajos de la segunda fase del soterramiento.
Habrá que volver a empezar. Los juristas advierten de que, para continuar con el proyecto, primero las tres administraciones deberán revocar el convenio original firmado en 2009. A continuación, abordarán un segundo trámite administrativo que supondrá la redacción de un nuevo convenio donde se encomendaría la superestructura al Ministerio de Fomento, del que depende Adif. Un proceso más complejo que el anulado.
Desde 2009
El soterramiento de las vías de Feve a su paso por los distritos de Sama y La Felguera acumulará nuevos retrasos. Nadie se atreve a dar fechas concretas para que el proyecto pueda ejecutar la segunda fase. El calendario electoral español tampoco ayuda a la agilización de los trámites administrativos, ya que las tres administraciones implicadas en el proceso cambiarán de gobierno en unos meses e incluso podrían cambiar de signo político.
No hay nada claro sobre una pronta finalización de unas obras que se iniciaron en 2009. Pero si nos atenemos a los plazos dados en el proceso anterior, Adif necesita en torno a 18 meses para licitar el proyecto y ejecutarlo. A lo que se sumarían los meses que el Gobierno central necesite para primero revocar el convenio actual y, a continuación, hacer uno nuevo, con dos procesos electorales de por medio.
Diez años después la plataforma vecinal que impulsa su finalización está dispuesta a adoptar medidas de presión en las próximas semanas. En estos días analizarán la situación. Su intención, continuar presionanado a las administraciones para que «la finalziación de este proyecto sea una realidad y no quede en los despachos».
