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7 diciembre 2018

Cuencas

Las filtraciones que se producen en el soterramiento de las vías de Feve en Langreo, a la altura del río Candín, son, en palabras de los expertos, «normales» en este tipo de proyectos. Ahora bien, lo que sí se hace necesario es llevar a cabo un mantenimiento para frenarlas. Así, apuntan que «si se hubiesen mantenido las dos estaciones de bombeo de agua que hubo durante los trabajos no sería necesario extraer agua a las cubas».

La empresa externa que actuó durante varias semanas en las paredes del túnel del soterramiento para evitar las filtraciones de agua ya ha concluido su trabajo. Según ha podido conocer EL COMERCIO, no hay acumulación de agua dentro del túnel propiamente dicho, pues «la cuba extrae agua de un depósito construido para mantener el equilibrio freático (de las aguas subterráneas) entre ambas partes del túnel. Sin embargo, en caso de exceso, las bombas lo aliviarían hacia el río Candín». En principio no ha saltado la alarma en las administraciones ante el riego de inundación del túnel, ya que la extracción de agua por parte de la cuba está solventando el problema.

Actualmente, es el Principado quien debe hacerse cargo del mantenimiento del túnel, pero la intención es que esta responsabilidad sea asumida por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), quien presumiblemente deberá instalar bombas para mantener el equilibrio freático. Hasta entonces, el Principado tiene intención de colocar al menos una bomba para evitar que haya que seguir sacando agua del interior del soterramiento.

En principio, el problema de las filtraciones estaba localizado en la zona más cercana al barrio Urquijo, en La Felguera (esto es, al final del túnel del soterramiento en dirección a Tuilla), si bien ayer los vecinos de la zona de Los Llerones en Sama (principio del túnel) explicaban que «en esta zona hemos visto cómo salía agua estos días».

El Gobierno regional tiene que abordar qué hacer en este tipo de situaciones. Aún no ha entregado las obras de la primera fase del proyecto a Adif que deberá encargarse de la segunda fase, de la superestructura (esto es, la instalación de los raíles, catenarias y elementos de seguridad). Para que esto ocurra, es imprescindible modificar el convenio antes de la firma las tres administraciones implicadas, que deben reunirse en Madrid para consensuar el texto definitivo. La reunión debía haberse celebrado el pasado 21 de noviembre, pero tuvo que ser aplazada por motivos familiares. Principado y Ayuntamiento de Langreo están a la espera de ser convocados por Adif para cerrar este trámite administrativo que mantiene paralizado el proyecto del soterramiento. En septiembre de 2017, los planes de Adif eran que los primeros trenes de prueba pudiesen circular bajo tierra en Langreo en marzo de 2019. Ahora, para esa fecha, no habrán empezado ni las obras de la superestructura.