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22 octubre 2018

"Fue muy caótico, estuvimos cinco horas con el tren parado"

Los pasajeros del Talgo Barcelona-Alicante estuvieron encerrados en los vagones sin agua, comida, ni información

s. urbina/efe | valència 20.10.2018 | 22:38

 

Pese a que la lluvia se cebó con más fuerza en Vinaròs que en cualquier otro lugar de la C. Valenciana, ninguno de los trenes que salieron desde Barcelona con destino Alicante cancelaron su ruta, a sabiendas de que Vinaròs era una de las paradas obligatorias y que las condiciones climatológicas no eran las idóneas.

Conforme el tren se acercaba a la zona inundada más negro se ponía todo. Andrea Rubio fue una de las valencianas afectadas. Cogió el Talgo con destino València a las 16.00 horas (su tren salía a las 15.30, pero ya de inicio contaba con media hora de retraso).

Una hora y media más tarde, a las 17.30 horas, el tren se detuvo. Renfe había interrumpido el tráfico ferroviario porque la estación de Vinaròs estaba totalmente inundada. Fue entonces cuando los pasajeros empezaron a inquietarse. «Nadie nos informó de nada, la mayoría nos íbamos enterando de todo a través de lo que Renfe publicaba en su perfil de Twitter», indica Andrea a Levante-EMV.

Una situación que se prolongó durante cinco horas, tiempo suficiente para que el suelo del ferrocarril se empezase a llenar de agua. «A los pasajeros del otro Talgo que iba justo delante de nosotros ya les llegaba por las rodillas», asegura. Mientras, en su tren los pasajeros se turnaban para poder cargar los móviles. «Solo había un enchufe en todo el Talgo y hacíamos turnos porque teníamos miedo a quedarnos incomunicados... La única forma de conocer qué pasaría con nosotros era con el móvil», relata Andrea. «La situación fue muy caótica, algunos temían que pudiéramos quedarnos a dormir en el tren mientras el nivel de agua subía en el vagón».

No fue hasta las 22.30 horas cuando les avisaron de que trasladarían a todos los pasajeros de su tren hasta la estación de Benicàssim en tres autobuses. «Fueron los mismos que horas antes ya habían trasladado tanto a los pasajeros del Talgo que había parado delante nuestra como al Euromed que estaba por detrás», asevera. «Además», añade Andrea, «los chóferes nos contaron que el dispositivo estaba preparado desde la mañana por si ocurría algún inconveniente, pero que no les avisaron hasta última hora».

Más de ocho horas después de salir de Barcelona (a las 00.45 horas del sábado), sin comida y sin agua, Andrea Rubio y los demás pasajeros cogían el tren en Benicàssim que había habilitado Renfe para que les llevara de vuelta a València (no llegaron hasta las 1.25 horas). «Fue un desastre; ni nuestro tren ni todos los demás debían haber salido de Barcelona», asegura.

Compensaciones

Tras lo sucedido, el senador de Compromís por Castelló, Jordi Navarrete, anunció ayer que pedirá la comparecencia del presidente de Renfe en el Senado, después que «en plena gota fría, prevista con una semana de antelación, haya dejado a cientos de afectados sin comida ni información durante horas». En un comunicado, Navarrete indicó que «una compañía como Renfe, que gestiona contratos de tantos millones, debe tratar educadamente y como merecen sus clientes, que han pagado billetes que no son precisamente baratos».

«Al igual que trasladaron en autobús a los pasajeros, deberían haber hecho un acopio adicional de alimentos o haber encargado comida y bebida para los afectados. Algo inaceptable en plena emergencia», agregó. Por todo ello, la coalición exige «compensaciones y disculpas de la empresa a los afectados».

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