Además del ruido de los coches y las carreteras, los vecinos de Lugones también señalan a la vía del tren como otro de los grandes focos de contaminación acústica de la localidad. "Es ensordecedor. Sobre todo los convoyes que no paran, que pasan directos", señala Daniel Cabal, quien también cree que la administración debería meter mano en este asunto. Las molestias ocasionadas por los ferrocarriles las sufren, principalmente, los residentes en la zona. "Llegamos a pensar en organizarnos para intentar pelear contra ello, pero parece ser que es muy complicado, y desistimos", lamenta Antonio Fernández, de la zona. A todo esto, los vecinos también denuncian la mala calidad del aire que se respira en la zona oeste de Siero. "Nos van a matar de una forma u otra. Esto no hay manera", prosigue Fernández, quien desconfía de que puedan aplicarse medidas para paliar esta situación. "Estamos pagando el peaje del desarrollo; pero el problema es que los de Lugones lo estamos pagando más caro que el resto", sentencia.