A punto de cumplirse tres años de la llegada del AVE a León, el tren aún no puede alcanzar la máxima velocidad que permite el diseño y la configuración de esta vía. En los 162,7 kilómetros del trazado entre Valladolid y la capital continúa sin rebasar los 200 kilómetros a la hora, lo que permite el sistema de seguridad Asfa, frente a los más de 300 con los que comenzará a circular cuando ponga en marcha de forma efectiva el sistema ERTMS. Aunque los testajes de los equipos de tierra ya han sido superados con éxito, todavía restan las pruebas de los trenes que por allí circulan, cada uno debe realizar al menos 10.000 kilómetros: el 112 (AVE) y los Alvia (121 y 130). Según ha podido conocer este periódico, los maquinistas no disponen, por ahora, de la orden de realizar de esta labor ni cuentan en su cuadrante con fechas previstas para ello. Los viajes de prueba requerirán al menos una semana a cada tren.

Sin noticias del Ministerio de Fomento sobre la fecha en la que la alta velocidad a León podrá disponer del ERTMS, nuevos retrasos se suman a las previsiones anunciadas por el anterior ministro, Íñigo de la Serna, quien en una visita a la ciudad en junio de 2017 anunció que el nuevo sistema de seguridad del AVE a León podría ponerse en marcha en los primeros meses de 2018. Cuando la alta velocidad a León alcance su máxima capacidad, el tiempo de viaje entre Madrid y la capital de la provincia se reducirá en diez minutos.

La siguiente fecha para la entrada en marcha de este sistema de seguridad se fijó para la primavera y actualmente está en el aire. Y todo ello cuando estaba previsto para el siguiente semestre tras su llegada a León.