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19 diciembre 2017
Asturias
La línea de Feve entre Avilés y Gijón sufre la mayor congestión de la región y está al 91%
La mejora de Villabona pondrá el viaje a Oviedo por debajo de la media hora. Todos los trenes tendrán megafonía a partir del año que viene
Si el ministro de Fomento Íñigo de la Serna cumple su palabra, la conexión ferroviaria entre las tres principales ciudades de la región será más rápida. El plan de cercanías que presentó el jueves incluye entre sus medidas estrella ampliar la capacidad del nudo de Villabona y mejorar el suministro eléctrico a la línea entre la localidad llanerense y Nubledo. Ambas obras permiten incrementar las velocidades y, en consecuencia, una reducción de los tiempos entre los tres principales polos del área central.
Ahora viajar en bus de Oviedo a Gijón exige media hora mientras el ferrocarril lo hace entre los 25 y los 34 minutos, según la frecuencia. A petición del Principado, De la Serna incluyó en su plan una inyección de 208,6 millones para incrementar las prestaciones de Soto del Rey-Pola de Lena y el nudo de Villabona. En el corazón del área central los ferrocarriles tienen dos vías y «pasaríamos a cuatro, con un trazado más corto y favorable que podría reducir el tiempo de viaje en un par de minutos», estimó el ministro. El cálculo aproximaría el viaje a los 20 minutos e incrementa la ventaja competitiva del ferrocarril respecto al autobús.
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A la ganancia por la reducción del itinerario, cabría sumarle la mejora de las velocidades. Los trenes de la línea C-1 pueden avanzar en la mayoría del recorrido a su máxima velocidad, 120 kilómetros por hora, cota que entre Lugo de Llanera y Villabona está limitada por debajo de los 100 por la propia infraestructura. Desde hace unos meses, a esa cortapisa se añadió otra: en la misma zona y a lo largo de 930 metros hay un muro roto y operaciones de depuración de vía que obligan al convoy a pasar a 30 kilómetros por hora como mucho. El plan incluye entre sus prioridades solventar estas constricciones.
Parecido ocurre en la línea C-3 Oviedo-San Juan de Nieva. El bus también tarda una media hora entre la capital y Avilés, menos que las cercanías de ancho ibérico, que necesitan de 31 a 37 minutos. La ampliación de capacidad de Villabona y el acortamiento del trazado en el nudo minorará esos registros. El plan incluye un aumento de la potencia eléctrica hasta Nubledo, la puesta de un segundo grupo en la subestación de Villabona y mejoras en la catenaria y vía. Esas evoluciones permitirán incrementar la velocidad máxima de circulación, que desde Lugo de Llanera y hasta Avilés está cerca de los 80 kilómetros por hora, a pesar de que las máquinas están preparadas para ir a 120.
La inversión en Villabona hace posible además ejecutar un by-pass para que los trenes de ancho Renfe circulen de forma directa entre Avilés y Gijón. Es un servicio que ahora no existe. En ancho métrico, el asociado a Feve, sí hay frecuencias, si bien se libran en el tramo más congestionado de la región. La circulación de cercanías, regionales y mercancías provocan que la saturación entre Gijón y Avilés sea del 91%. Existen otros cuatro tramos de ancho métrico con congestiones por encima del 80%, son: Avilés-Pravia (89%), Laviana-El Berrón y El Berrón-Gijón (84%), además de Oviedo-Trubia (81%).
En servicios de proximidad cada minuto es vital. También tener capacidad para avisar al viajero de las incidencias. Por ello el plan de cercanías incluye dotar a todos los convoyes de Renfe de megafonía interior el próximo año, mientras en los de Feve se irán instalando entre 2018 y 2019.
