LA VERDAD

22 agosto 2017

Cartagena

Malestar entre los viajeros del Feve por las «continuas averías y retrasos» de los trenes

El tren de vía estrecha sale de la estación, situada en la avenida Trovero Marín, hacia Los Nietos, la semana pasada.
El tren de vía estrecha sale de la estación, situada en la avenida Trovero Marín, hacia Los Nietos, la semana pasada. / Pablo Sánchez / AGM

Los pasajeros denuncian las demoras de «casi una hora» y el uso de taxis y autobuses para completar el trayecto

RUBÉN SERRANOCartagena Lunes, 21 agosto 2017, 10:05

Juan Vidal no lleva prisa, pero su paciencia tiene un límite. Este vecino del Llano del Beal es jubilado y utiliza todos los días el Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve) que une Cartagena con Los Nietos. Pero últimamente, como el resto de los pasajeros, completa el trayecto en taxi o autobús, las dos alternativas que ofrece la compañía Renfe cuando los trenes sufren una avería a medio camino. En estos casos, la duración del viaje puede llegar a casi una hora, cuando en circunstancias normales no llega a los treinta minutos, critican los usuarios.

Entre Cartagena y Los Nietos circulan al día 44 trenes (22 por sentido), desde las seis y media de la mañana hasta las nueve y veinte de la noche. El ferrocarril de cercanía hace paradas a la altura del Hospital Santa Lucía, Media Legua, Vista Alegre, El Abrevadero, Alumbres, La Esperanza, La Unión, Sierra Minera, Llano del Beal y El Estrecho, hasta completar el recorrido de 25 kilómetros. Los pasajeros no entienden cómo las averías «son casi a diario», teniendo en cuenta que los trenes «son prácticamente nuevos».

La última incidencia ocurrió el pasado miércoles, en la línea de las siete de la mañana. El convoy sufrió una avería a unos 800 metros de la estación, situada en la avenida Trovero Marín. Un autobús fletado por la compañía trasladó a los 22 viajeros que en ese momento utilizaban el servicio. A raíz de esa incidencia, hubo un retraso de 48 minutos en el siguiente cercanías. La semana pasada, los pasajeros hicieron también trasbordo en tres taxis y en un microbús a Los Nietos. «Tardaron casi una hora en llegar, fue un desastre. Hay gente que tiene que ir al médico o al trabajo, y eso causa molestias», explicó Vidal. Este usuario fue a más y envió, hace días, una carta a la compañía. «La mandaron a Madrid, luego a Valencia y finalmente lo único que me respondieron es que no pueden hacer nada. Además, hay trayectos en los que no hay interventor, a lo mejor por falta de personal. Eso da una malísima imagen. Parece que es imposible hablar con el presidente, sus secretarios u otra persona que pueda dar una respuesta», añadió.

La compañía ferroviaria asegura que el servicio tiene una puntualidad de «entre el 80% y el 90%» «Mi mujer llega tarde al trabajo varias veces. Es un auténtico desastre», dice un usuario ASÍ LO VEN Juan Vidal Jubilado «Las averías son casi a diario, con retrasos de hasta media hora. No es normal lo que ocurre. Vivo en el Llano del Beal y uso este tren habitualmente» Jorge Espín Estudiante «De momento, no he tenido ningún problema. Las pocas veces que lo he usado no se ha averiado, y recuerdo que siempre ha sido puntual» Víctor Manuel Carrión Cargo «Solo habilitan un vagón en las horas puntas. Acabo de venir de Los Nietos y por el camino he visto dos averiados, apartados a un lado de la vía» Irene Soto Camarera «Soy de Alumbres y normalmente utilizo el tren. Casi siempre suele ir con retraso y en alguna ocasión ha venido a recogerme un autobús de Renfe»

A ese tren averiado la semana pasada iba a subir la joven Irene Soto, como hace habitualmente en la parada de Alumbres. Al principio esta camarera no se extrañó, porque el cercanías iba con retraso, «como siempre»; luego, en cambio, comprobó que «un autobús de Renfe recogía a los pasajeros», pasadas las siete menos cuarto de la tarde. «Normalmente no es puntual», añadió. Las pocas veces que la jubilada María José García se ha montado, no le ha coincidido con «ningún parón o problema, al menos de momento, pero el que los haya tenido se puede quejar».

Para la mayoría de los pasajeros, la puntualidad del tren «es vital», para no llegar tarde a sus quehaceres diarios. Es el caso de otro usuario, resignado y molesto, que prefirió mantenerse en el anonimato. «Mi mujer llegó tarde al trabajo, la dejaron en El Abrevadero. Recuerdo que había tres trenes parados, un auténtico desastre. No es la primera vez que ocurre ni será la última. Tendrán que concienciarse y tomar medidas, porque esto no puede seguir así», criticó. También lo cree María del Rosario, pese a que no utiliza este medio de transporte a menudo. «Es un fastidio, porque a veces tienes cita con el médico y puedes llegar tarde. En algunas ocasiones se retrasa, y no poco. Ya lo he sufrido más de una vez».

«Pagas y luego vas a pie»

La falta de espacio es otra de las quejas más repetidas por los usuarios. «Se rompen, hay pocos asientos y en ocasiones tienes que ir de pie». Ese argumento es el que defiende Víctor Manuel Carrión. Este operario de limpieza sube al tren a diario y ha comprobado que, en el trayecto hacia Cartagena, «solo ponen un vagón a última hora de la mañana, cuando se sube muchísima gente. A primera hora, en cambio, habilitan dos y hay menos viajeros. No lo entiendo. Acabo de salir de trabajar y nos hemos cruzado con dos vagones, que estaban apartados de la vía, probablemente porque están averiados. No sé qué historia llevarán con este tema, la verdad. Lo que sí sé es que mucha gente se queja de lo mismo, de que pagas el billete y después, por una cosa u otra, te toca ir a pie».

Pese a la crecientes quejas por las averías y retrasos del servicio, un portavoz del operador ferroviario Renfe, a preguntas de este diario, recordó que, en lo que va de año, «la puntualidad de la línea va desde el 80% al 90%, porcentajes que se mantienen durante estos últimos meses». En cuanto a las incidencias, esa misma fuente reiteró que «son puntuales», y basó ese argumento en los datos registrados en junio y julio. De los 2.334 trenes que circularon, tan solo hubo problemas en 20, bien por fallo mecánico o porque los empleados recogieron alguna queja de los pasajeros, relacionada con el confort de los vagones u otros servicios. Entre unas y otras, en agosto ya son diez las que se han contabilizado.

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