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20 julio 2017

bertako gaia

Alegia y Tolosa, el tren que no llega

Mientras los usuarios del apeadero de Tolosa esperan a que Adif, por fin, acometa las obras para mejorar la accesibilidad y seguridad de las instalaciones que utilizan a diario, los de Alegia temen que para ellos el proyecto no llegue.

Reportaje y fotografía de Marta San Sebastián - Miércoles, 12 de Julio de 2017 - Actualizado a las 06:12h.

Usuarios de una y otra estación llevan años solicitando mejoras en unas instalaciones que utilizan a diario y que carecen de las medidas de seguridad y accesibilidad necesarias. Aseguran que la situación que viven tanto en la estación de Alegia y como en el apeadero de Tolosa es “grave” y que están obligados a “vivir situaciones de peligro todos los días”. En Tolosa, tras muchos años de litigio, Adif ha anunciado que tiene previsto encargar la redacción de un proyecto con el fin de acometer obras de accesibilidad, pero los usuarios de Alegia temen que “aún tengan que esperar”.

“Esperaremos, pero la paciencia se nos agota, y creemos que la nuestra es una situación de urgencia. No es normal que todos los días 400 personas tengamos que vivir situaciones de peligro”, explica a este periódico Marijo Murillo, en nombre de los usuarios que se están movilizando en Alegia.

Ella y el alcalde de Alegia, Unai Iraola, comparecieron el pasado 8 de mayo en las Juntas Generales de Gipuzkoa, donde tuvieron la oportunidad de dar a conocer su problemática. A raíz de su intervención, las Juntas aprobaron el pasado 30 de junio en la comisión de Movilidad y Ordenación del Territorio instar al Gobierno español a que tome las medidas necesarias para acometer las obras de reforma en la estación de tren de Alegia. La portavoz de los usuarios movilizados ve con buenos ojos el acuerdo, pero pide celeridad. “Ya sabemos que las cosas de palacio van despacio, pero pedimos que se tomen el asunto más en serio. Ahora, además, estamos en verano y creo que no se va a avanzar mucho. Aun así agradecemos el apoyo de las Juntas Generales;desde un principios nos han dicho que comparten nuestro problema y que estarán a nuestro lado”, declara Marijo Murillo.

La disposición del paso a nivel en la estación de tren de Alegia hace que esta terminal sea especialmente peligrosa por encontrarse en curva y tener visibilidad limitada. Este paso sobre las vías es, además, la única manera que existe para acceder al andén en dirección Irun. A este problema se le suma la separación entre vagón y andén que se produce con el tren que llega desde Brinkola, lo cual hace que los usuarios tengan que salvar un desnivel de unos 40 centímetros. “Para las personas con movilidad reducida es una limitación, pero también para los usuarios que viajan con carros de niños o cargados de maletas”, reclaman los viajeros.

A pesar de la insistencia de los usuarios, Adif no ha anunciado ningún proyecto para acometer reformas en esta estación. “Sabemos que se van a hacer obras en Tolosa, justo al lado de Alegia, y tememos que al ser la nuestra una estación más pequeña nos olviden. Sin embargo, hay que recordar que todos los días utilizan esta parada 400 personas”, reivindica Marijo Murillo.

Aunque Adif no tenga entre manos un proyecto integral para reformar la estación de Alegia, los usuarios piden que por lo menos a corto plazo se tomen medidas para subsanar la situación con barreras o semáforos.

De seguir así, temen que se pueda producir una nueva desgracia. No en vano, el fallecimiento en noviembre del año pasado de una persona arrollada por el tren en esta estación fue el detonante que impulsó a los usuarios del ferrocarril a movilizarse en Alegia y comenzar una recogida la recogida de firmas que ha llegado a 500.

Proyecto encargado

Los usuarios del apeadero de Tolosa, uno de los más utilizados de Gipuzka con más de 1.000 viajeros al día, también llevan tiempo quejándose de las malas condiciones en las que se encuentra esta estación de tren. Adif, sin embargo, ha tomado cartas en el asunto y ha encargado la redacción de un proyecto con el fin de acometer obras de accesibilidad, que incluirán la instalación de ascensores.

Uno de los puntos negros del apeadero tolosarra es el acceso del andén al tren y viceversa en sentido Irun-Brinkola, “el más peligroso de las 30 estaciones de Renfe en Gipuzkoa”, según el grupo ecologista Eguzki, que ha denunciado en reiteradas ocasiones el mal estado de esta parada. La separación entre andén y tren es de unos 50 centímetros, a los que hay que añadir la altura, que supera los 40 centímetros.

Otro de los obstáculos de esta parada de tren es la accesibilidad a los andenes, ya que para acceder a ellos es preciso subir y/o bajar 24 escaleras. El Diagnóstico sobre Accesibilidad en el Transporte Público elaborado por el Ararteko en 2011 ya señalaba el apeadero de Tolosa como inaccesible. “Es vergonzoso ver cómo está este apeadero, con el trasiego de gente que tiene todos los días. Es imposible acceder al tren con carro de niño o si eres una persona con movilidad reducida. Tienes que confiar en que alguien te pueda ayudar”, reconocía ayer un usuario habitual.

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