En pleno período de exposición pública, al proyecto de la estación intermodal de Ourense le salen nuevos críticos. En esta ocasión los reproches no vienen de los grupos de la oposición en el Concello, sino desde un colectivo profesional con una visión cualificada: la delegación ourensana del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG). El colectivo cuestiona el proyecto de la estación intermodal, en el que participa el arquitecto británico Norman Foster con el diseño de la adaptación de la estación del ferrocarril.

El COAG decidió en una reunión celebrada el jueves presentar alegaciones al anteproyecto al entender que la intervención conjunta que se plantea por el Gobierno central y la Xunta no potencia la intermodalidad, la permeabilidad y la movilidad sostenible. El sentir mayoritario de los arquitectos ourensanos, según explicó su presidente Alberto de Paula, es que esta actuación se realiza de «manera constreñida, casi abusiva e invasora». El colectivo es especialmente crítico con la decisión de situar al lado del centro médico de A Ponte la futura terminal de autobuses. «Rechazamos profundamente la ubicación de la estación de buses, cuyas dársenas se planean detrás del ambulatorio, y que saturará radicalmente la avenida Gómez Franqueira, generando importantes conflictos de circulación y haciendo que este centro de salud se convierta en una auténtica glorieta de la estación», explicó Alberto de Paula.

El COAG también lamenta que el proyecto obvie los miles de metros cuadrados propiedad de ADIF existentes en la playa de vías, que quedarán sin uso alguno y que, entiende, resolvería la mayor parte de los problemas que se generan. Otro aspecto que recibe críticas de los arquitectos ourensanos está relacionado con las propuestas para mejorar la conexión entre los barrios de A Ponte y O Vinteún: «Se plantea la ejecución de un muro de nueve metros de altura a todo lo largo de la avenida de Marín y que será el encuentro entre la nueva plaza que se crea sobre las vías de ferrocarril y esta calles. ¿Es eso mejorar la permeabilidad entre los dos barrios?». Por todo ello, Alberto de Paula concluye: «Plantear una inversión de casi 151 millones con estas características no parece que sea lo más racional, eficiente ni útil para la sociedad».

El pleno rechaza rescatar el proyecto original de Norman Foster

De los reparos de los arquitectos al proyecto de la intermodal se hicieron eco en el pleno. El alcalde, ante la advertencia de Ourense en Común de estas críticas, lo achacó a una «loita entre arquitectos». Fue durante una moción del PSOE que pretendía recuperar el proyecto original de Norman Foster. Los socialistas no lograron su objetivo ante la abstención de DO y marea, y el voto en contra del PP. «Había un proxecto emblemático cunha intermodalidade real e o meteron nun caixón», lamentó Barquero.