Las estaciones y apeaderos languidecen por la falta de viajeros, cada vez menos debido a la despoblación, y porque las condiciones del servicio han emperorado en los últimos años.

El billete de tren sale más caro que el del autobús; se tarda más en llegar a Zaragoza o Valencia; y el anticuado material que se utiliza en muchas ocasiones genera toda clase de incomodidades, desde quedarse sin calefacción hasta sufrir averías en medio de la nada.

Aún así, el tren sigue siendo el único medio de transporte que utilizan muchos vecinos de las comarcas próximas a la línea. El alcalde de Santa Eulalia, Blas Lanzuela, destaca la importancia de este medio de transporte para los vecinos ya que es uno de los territorios que más demandan el servicio y más ha castigado la despoblación

Un servicio de calidad

Torrijo, Cuencabuena o Monreal son ejemplos de lo mismo. El alcalde de esta última localidad, Carlos Redón, considera que no basta con mantener el servicio, sino que debe ser de calidad.

Desde Sarrión, su alcalde Jorge Redón,recuerda el lamentable estado de la infraestructura, que obliga a los trenes a pararse cada pocos kilómetros para no desacarrilar, ante el deterioro que sufre la vía, y que hace que ni siquiera las mercancías opten por este camino para llegar a los puertos de levante.