El antiguo Ferrocarril de Vía Estrecha (Feve), hoy Renfe Viajeros, agoniza. Desde el jueves, se han cancelado la mayor parte de los servicios de la línea Ferrol-Ribadeo. La mayoría de los viajes -con excepción del fin de semana, cuando las frecuencias se reducen- se han realizado en autobús o en taxi, muchos desde el propio punto de partida hasta el destino, y otros, con transbordos en diferentes tramos. El deterioro de los trenes se evidenció ayer por la mañana en la estación ferrolana, cuando de las nueve máquinas solo una se encontraba operativa, como denuncia la Plataforma pola Defensa do Ferrocarril Ferrol-Ribadeo.

«O problema é o estado do parque móbil, sobre todo as máquinas que entraron en servizo hai seis ou sete anos, con avarías constantes», critican desde el colectivo que lleva meses alertando del declive de Feve y urgiendo mejoras en la infraestructura, que garanticen un servicio de calidad. Gregorio Bermejo, responsable de comunicación de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CC. OO., explica esta situación «porque no hay personal suficiente en el taller, que cuenta con solo dos operarios; porque no hay piezas de repuesto, ya que están sujetos a los Presupuestos Generales del Estado, que están prorrogados; y por la falta de maquinistas».

Los pocos trenes que han circulado en los últimos días por la línea Ferrol-Ribadeo «levan entre media hora e unha hora de retraso, e a demora xeneralizada agora xa é de 20 minutos». Al tratarse de una vía única, si un tren se estropea impide el paso de otra máquina hasta que es reparado. La alcaldesa de Moeche, la nacionalista Beatriz Bascoy, lamenta que «ao abandono incesante do servizo» que sufre la comarca desde hace años, se sume ahora el desmantelamiento de las vías de carga, en las estaciones de Moeche o Ponte Mera. «As demandas das institucións locais e da cidadanía para o mantemento e mellora do servizo do tren, unha vez máis non só non ten resposta, senón que se afonda no abandono», critica. La regidora incide en que el ferrocarril «é un servizo público necesario, en especial para a mocidade que estuda en Ferrol ou Narón e para a poboación de maior idade que debe acudir a centros médicos ou realizar xestións administrativas». Denuncia la precariedad creciente, que lleva a los usuarios a abandonar el tren, lo que podría acabar sirviendo de justificación «para abrir a vía da súa eliminación». En el mismo sentido se pronuncian desde la Plataforma y el sindicato CC. OO., que temen que la pérdida de viajeros, derivada en buena medida de las carencias del servicio, desemboque en el cierre.