JOSÉ Mª CAMPOS | CISTIERNA

Fotografía de archivo de un convoy en la estación de Cistierna. CAMPOS -

La Red de Ancho Métrico (antigua Feve) en la línea León-Cistierna-Guardo continúa sin los seis maquinistas prometidos y la suspensión de viajes se mantiene, camino de convertirse en sello de la casa. Renfe se había comprometido a incorporar seis nuevos maquinistas a mediados de enero, cuatro dependiendo de Cistierna y dos de León. Sin embargo, por el momento se han incorporado dos maquinistas que dependen de Cistierna, mientras que otros cuatro son becarios en prácticas, situación hace que provoca la supresión de turnos, cada uno de los cuales implica entre tres y cinco viajes por esta línea.

Los cuatro becarios no solucionan los problemas de falta de personal, ya que sólo pueden circular acompañados por un maquinista principal. Por esta razón, los desplazamientos continúan realizándose mayoritariamente en autobuses.

Los maquinistas en prácticas finalizan su periodo de formación este miércoles y en estos momentos se desconoce si Renfe les contratará, cubriendo el número de plazas para atender el servicio. Las jubilaciones y las bajas ha estado creando una situación de falta de personal maquinista, lo que ha obligado a que la mayor parte del trayecto de la línea de Guardo a León se realice muchos día en autobuses.

Los trabajadores ven como única solución que los becarios finalicen su formación y se les contrate como maquinistas para que ya puedan conducir sin necesidad de otro profesional que les acompañe. La incorporación de estos maquinistas solucionaría la falta de personal y debería dar carpetazo a que los viajeros sean trasladados en autobuses en vez de en trenes.

La supresión de trenes se dan en los tres trayecto: el de corto recorrido, desde León a Matallana, y en los de largo recorrido, tanto entre León y Cistierna como de la capital provincial a la localidad palentina de Guardo. Los usuarios habituales de la línea de la antigua Feve viven de forma habitual las suspensiones, que afectan especialmente a los habitantes de la montaña, acostumbrados a este medio de transporte para desplazarse a la capital.

Los sindicatos denuncian que no se cubren las bajas ni las jubilaciones y que León ha pasado de disponer de 13 maquinistas a tan sólo siete, lo que supone que la supresión de trayectos y los retrasos sean el día a día del ancho métrico. En muchos casos ni siquiera hay revisores, por lo que hay usuarios que ya ni siquiera los compran.

Desde que se produjo esta situación, el Sindicato Ferroviario SF_Intersindical puso en marcha una recogida de firmas y entregó en la Subdelegación del Gobierno en León las de 6.654 ciudadanos, que denuncian el estado actual y la prestación de servicio ferroviario de vía estrecha. Para el sindicato, el servicio «sólo se puede calificar de abandonado. La supresión de trenes se ha establecido como norma y la prestación del servicio, transbordando a los usuarios a autobuses, conlleva una bajada de la demanda de este modelo de transporte». Para el sindicato, el ferrocarril es un modelo disuasorio de la utilización de los vehículos por carretera, teniendo en cuenta la climatología adversa de las zonas de montaña.