Imagínese que en 2014 sufre una hemorragia cerebral que le mantiene 3 semanas en coma. Cuando despierta descubre que no ve y que tiene la parte derecha de su cuerpo paralizada. Su vida cambia de la noche a la mañana. La recuperación es lenta, parcial y necesita de mucha rehabilitación. 

Siga imaginando. Tras 8 meses en el hospital vuelve a su casa y necesita continuar con esa rehabilitación 5 días a la semana. De repente se topa con otro nuevo problema. Usted vive a 40 kilómetros del centro donde la imparten y el tren para llegar hasta allí no está adaptado a personas con problemas de movilidad. No puede acceder con su silla de ruedas ni a la estación, ni al propio vagón por las numerosas barreras arquitectónicas con las que se encuentra.

Deje ya de imaginar. Les estamos contando una historia que afecta a centenares, cuando no miles, de personas. Es el caso de María Luisa Goikoetxea. Médico de profesión en 2014 sufrió un ictus que la dejó en silla de ruedas. Cada vez que quiere ir a rehabilitación depende de sus familiares. "Para poder acudir dependo de mi marido o de mi hijo porque el tren no está adaptado para discapacitados, lo que supone que mi marido deje de trabajar o que mi hijo deje de estudiar. La solución es bien sencilla, en Bilbao, me consta que ya hay una plataforma elevadora para largos recorridos, por lo que solo haría falta poner otra en Orduña".

121.000 FIRMAS PARA LOGRAR UNA SOLUCIÓN

María Luisa en la silla de ruedas con la que se mueve / CHANGE.ORG

Al encontrarse con este problema María Luisa no se quedó con los brazos cruzados y emprendió todas las medidas y acciones que consideró  posibles. La última parece que ha sido decisiva. Hace un año comenzó a recabar apoyos en laplataforma Change.org. En total más de 121.000 personas firmaron pidiendo a Fomento, RENFE y ADIF que la línea que une Orduña con Bilbao fuera accesible y así poder ir a rehabilitación sin depender de sus familiares.

Este jueves nadie en el ministerio de Fomento llegó a recibirla. Desde allí la mandaron a la sede de RENFE para entregar las firmas. Tras el encuentro María Luisa se mostraba contenta, pero cautelosa. Una cita que se prolongó durante cerca de hora y cuarto y en la que consiguió arrancarles varios compromisos. "Se han comprometido a poner un vagón piloto en tres meses y la estación, creo, en 5 meses. Eso es lo que han dicho, pero veremos si lo cumplen... Ya sabes como son estas cosas, que luego siempre hay demoras. Habrá que esperar a verlo para creerlo", nos cuenta.

María Luisa no llegó sola. Llegó a la cita en Madrid acompañada de su marido, su hijo, el cantante Juan Manuel Montilla, 'El Langui' y más de 121.000 firmas recabadas en la plataforma Change.org. Desde RENFE aseguran que en su hoja de ruta ya estaban fijados los cambios en Orduña. Así lo decía María Luisa López, gerente de ATENDO. "Orduña ya estaba contemplado en el plan de accesibilidad desde hace unos años. Desde hace unos años siempre figuraba la misma fecha: 2018. Lo que estamos haciendo ahora es anticipandola y entonces ese plan llegará a Orduña este 2017".

Una vez materializado el cambio Maria Luisa podrá ir a rehabilitación sin depender de su marido y su hijo.