El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), se ha mostrado este martes cautelosamente optimista sobre la posibilidad de desbloquear el proyecto de remodelación de la zona norte de Madrid, conocido como Operación Chamartín. No obstante, respecto a los encuentros mantenidos con los operados públicos y privados, el ministro ha admitido que persisten "diferencias importantes". El Ayuntamiento tumbó en mayo de 2016 el proyecto elaborado por Distrito Castellana Norte (DCN), bloqueando el plan estratégico para Chamartín. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha reconocido que existen "visiones diferentes", pero ha reiterado que espera que se alcance un acuerdo en seis meses.

La existencia de posturas distintas obliga a ser "generosos" y huir de las líneas rojas, ha explicado esta mañana durante un desayuno informativo el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. En su mensaje, el ministro ha hecho un llamamiento al Ayuntamiento de Madrid para que colabore en desatascar el mayor proyecto urbanístico de la capital, después de que en el pasado mes de mayo el equipo de Carmena bloqueara el diseño de DCN para Chamartín, al considerarlo especulativo.

Este proyecto preveía una inversión privada de 6.000 millones para la construcción de un barrio residencial y de servicios en la prolongación de la Castellana, hasta la M-40. Fomento, dueña de los terrenos, habría ganado más de 1.000 millones de euros de la operación, lo que le permitiría reformar la estación de trenes de Chamartín y reutilizar el dinero restante en proyectos estratégico en el territorio nacional. El Ayuntamiento habría recaudado 700 millones en ingresos fiscales.

Sin embargo, el Ayuntamiento bloqueó su desarrollo y lanzó un planteamiento alternativo que no obtuvo el visto bueno de ninguno de los operadores involucrados. Tanto Fomento, a través de Adif, como la Comunidad de Madrid y DCN, una sociedad controlada por BBVA y la constructora San José, que mantiene los derechos sobre los terrenos hasta 2019 (fecha en la que termina el mandato de Carmena), recurrieron en los tribunales la decisión del Consistorio.

Ahora todas las partes buscan acercar posturas. La comisión mixta técnica y política que empezó sus labores en diciembre se reúne con frecuencias. Su objetivo es alcanzar un plan consensuado en seis meses, aunque entre operadores y Ayuntamiento persisten las diferencias. Carmena considera estratégico reformar la estación de trenes de Chamartín, pero defiende su modelo de desarrollo urbano que no coincide con el planteamiento de los privados. "Hay algunas áreas en las que hay visiones diferentes de como queremos que sea la ciudad. Nos parece importante señalar las aspiraciones de la planificación que consideramos conveniente y, a partir de ahí, ver cómo podemos encontrar un acuerdo", ha explicado este martes Carmena.

Por su parte, los operadores reivindican la vigencia de un proyecto que obtuvo en sus dos décadas más de 40 informes técnicos favorables y critican la unilateralidad de la decisión del Ayuntamiento. La promotora DCN, en particular, quiere alcanzar un pacto que no obligue a reformular todo el diseño desde cero. De la Serna ha admitido que "no es nada fácil" conciliar las visiones. Pero ha advirtido de que, de no alcanzarse un acuerdo, el deterioro de la zona de Chamartín sería inevitable. Este escenario no beneficiaría a ninguna de las partes, y sobre todo frustraría las esperanzas de ciudadanos y vecinos.