Denuncian vertidos ilegales de las constructoras de la variante

Una pala tapa con tierra los morteros y hormigones de la variante. / E. C.

Un diputado leonés de Ciudadanos lleva a la Fiscalía cerca de 200 fotos de camiones dejando los escombros en canteras y vertederos
- N. B. / J. C. / R. M.
- LEÓN / OVIEDO
Nuevas sombras sobre la gestión ambiental de la variante de Pajares, infraestructura que suma 3.300 millones consumidos y provocó un trasvase no previsto entre las cuencas leonesa y asturiana. Esta vez la sospecha se dirige a la manera en la que las constructoras de la vertiente vecina se han desprendido de sus residuos.

El Fiscal Jefe de la Audiencia Provincial de León acaba de recibir una denuncia rubricada por Manuel Mitadiel, un diputado regional de Ciudadanos, que señala a Acciona y FCC como presuntas autoras de un delito de vertidos ilegales. El escrito viene apoyado en alrededor de dos centenares de fotografías y se apunta a que las dos empresas podrían estar acumulando de forma ilegal restos de obra como hormigones, morteros, hierros, plásticos, maderas y otro tipo de materiales.

Desde 2008 la legislación obliga a entregar todos los residuos de obra a transportistas autorizados, empresas que, a su vez, deben llevar los escombros a centros que hagan una criba para recuperar los materiales aún aprovechables. Solo de manera excepcional y bajo autorización, los escombros pueden ser utilizados como relleno en los movimientos de tierra de la propia obra. Si los desperdicios son áridos limpios, las canteras tienen la opción de obtener un permiso para utilizarlo en la regeneración ambiental.

Los hechos que relata la denuncia muestran en cambio un itinerario más económico para las constructoras, y perjudicial para el medio ambiente. Según describe, las constructoras estarían aprovechando vertederos en Buiza de Gordón, la cantera que Tudela Veguín explota entre las pedanías de Sorribos y Llanos de Alba y el vertedero de la Hullera Vasco Leonesa, en Santa Lucía de Gordón. Allí los escombros habrían sido tapados por una capa de tierra de un espesor inferior a los 80 centímetros.

Las fotografías fueron tomadas entre agosto y noviembre de 2015 por un vecino de Pola de Gordón que asegura haber presenciado hasta 25 descargas diarias en estos enclaves. Sus imágenes muestran tapas de hormigón con el sello del Adif rotas y ocultadas entre toneladas de tierra y hormigón. El testigo asegura que «cuando observé el trasiego de vehículos fui a las propias oficinas del Adif a denunciarlo, pero luego no hicieron nada».

Los desperdicios se suman a los movimientos que ayuntamientos y pedanías afectadas están protagonizando para reclamar al Ministerio de Fomento que actúe en los ríos y arroyos que ahora pierden su caudal tierra adentro, para desaguar en los macrotúneles. Tras interponer una denuncia ante la Comisión Europea, el colectivo planea iniciar una batería de solicitudes de información ante el Ministerio de Medio Ambiente, al objeto de identificar a los técnicos responsables de dar los permisos a las obras y encargarse de la supervisión de las mismas. La Asociación de vecinos de Campomanes y el ayuntamiento de Lena están incorporados en este frente.