La maleza va comiendo terreno y los baches lo inundan todo dificultando el tránsito de vehículos, sobre todo cuando llueve y los conductores desconocen la profundidad de los socavones. Este es el día a día que padecen los que transitan por los aproximadamente 2.800 metros de la vía de servicio que discurre en paralelo al tramo de la Alta Velocidad comprendido entre el límite del Concello de Vilaboa con el de Pontevedra y la carretera PO-10.

Haciéndose eco de las quejas de los vecinos, que aluden también a pasos canadienses impracticables en jornadas de lluvia como las que se están viviendo estos días en la comarca de la ciudad del Lérez, Vaipolorío se ha dirigido a ADIF para que tome cartas en el asunto. De este modo, se ha remitido un escrito a la Dirección General de Ferrocarriles, hoy en día, de Infraestructuras Ferroviarias exigiendo «el desbroce y bacheo de dicha vía a la mayor brevedad».

Los ambientalistas son conscientes, y así dejan constancia, de la proximidad del invierno, una estación que consideran «complicaría aún más la situación» para todos aquellos que quieran hacer uso de esta vía de servicio. En este punto, matizaron que el vial comunica con viviendas y un molino de agua, pero también sirve de acceso para toda clase de fincas privadas.