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21 octubre 2016

El tráfico ferroviario a Cabezón y Liérganes vuelve a la normalidad 24 horas después

Uno de los trenes de FEV circula por la estación de Cabezón de la Sal en una imagen de archivo.Uno de los trenes de FEV circula por la estación de Cabezón de la Sal en una imagen de archivo.

  • Adif había señalado a la compañía eléctrica Viesgo como culpable de los cortes de suministro, pero la empresa pública asume ahora que el origen de los retrasos ha sido una avería en uno de sus transformadores de la subestación de Santander

     

    El tráfico ferroviario de cercanías entre Santander y Cabezón de la Sal y entre la capital cántabra y Liérganes ha empezado a recuperar la normalidad a partir de las cinco de la tarde de este jueves cuando Adif ha conseguido reparar al fin una avería, que llevaba provocando retrasos de hasta media hora desde las cuatro y media de la tarde del miércoles.

    La empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias del país había insistido en todo momento en que el origen de la avería estaba en un corte del flúido eléctrico. A lo que la empresa de energía no tardaba en responder: "No están consumiendo la electricidad que Viesgo sigue suministrando con normalidad. Tienen algún fallo en sus sistemas, por lo que no les está llegando el suministro electrico".

    Poco después de las cinco de la tarde de este jueves, arreglada la avería, fuentes de Adif han admitido el error: "Ha habido una mala interpretación". La empresa pública, de hecho, sabía desde el miércoles por la tarde dónde estaba el fallo técnico: en un transformador ubicado en la subestación de Santander. Cuando empezaron los primeros cortes, en torno a las cuatro y media de la tarde del miércoles, se detectó el problema y se activó un transformador alternativo para tratar de mantener la alimentación eléctrica, pero la solución no fue del todo satisfactoria y se fueron acumulando retrasos hasta alcanzar picos de media hora.

     
     

    Aunque la avería se centraba en el tramo entre Santander y Barreda, los retrasos terminaron afectando a todas las líneas, ya que se realizaron supresiones selectivas de trenes. Al tratarse de cortes eléctricos, los trenes no podían funcionar en modo automático por cuestiones de seguridad, sino que debían hacerlo a través de una comunicación telefónica. Esto provocaba a su vez una circulación más lenta en los diferentes tramos donde existen esos problemas de cortes de luz y la consecuencia directa ha sido la supresión selectiva de trenes, lo que afectó a los pasajeros que habitualmente utilizan las líneas entre Santander y Cabezón o entre la capital regional y Liérganes.

    La avería se reparó definitivamente a las cinco de la tarde del jueves. Los retrasos persistirán todavía unas horas hasta que los horarios se vayan normalizando "progresivamente". La empresa pública Adif no ha podido confirmar cuántos trenes y pasajeros se han visto afectados por este fallo técnico.

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