Renfe sustituye los trenes regionales por autobuses en Guardo

JOSÉ CARLOS DIEZ | GUARDO

Viajeros se apean en la avenida Castilla y León de Guardo, cerca del apeadero de Feve. / José Carlos Diez

La empresa alega como motivos la falta de maquinistas y PSOE, IU y los sindicatos creen que se está justificando «el cierre de la línea»

La antigua FEVE, ahora Renfe, ha comenzado a sustituir el tren regional que une León con Bilbao en ambos sentidos por autobuses en parte del trayecto, al parecer por la falta de maquinistas. Así, el pasado día 7 se producía esta situación, en la que el tren León-Bilbao realizó el trayecto entre Cistierna (León) y Mataporquera (Cantabria) en autobús. En el trayecto inverso, Bilbao-León, desde Mataporquera hasta la capital leonesa se viajó por carretera.

El departamento de comunicación de la empresa ferroviaria alegó para que este transporte se hiciera por carretera la falta de maquinistas y aseguró que no estaba previsto que se realizase de esta forma. «Intentamos hacer el transporte por tren, pero ofrecemos a nuestros viajeros una forma alternativa en el caso de que no podamos realizarlo», explican desde este departamento.

En cuanto a la capacidad de viajeros, las unidades de viajeros 2700 que Renfe utiliza para este trayecto disponen de 90 plazas sentadas, mientras que el autobús dispone de las entre 50 y 55 plazas, lo que supone una merma en la disponibilidad para el viaje.

«No dejamos tirado a ningún viajero. Si superamos las plazas del autobús, se contrata otro, o los recogemos con taxis para que puedan llegar a su destino», apostillan desde el departamento de comunicación.

Esta situación «supone un gasto mucho mayor que contratar los maquinistas que hacen falta y cuyas plazas no se están cubriendo», han asegurado desde Izquierda Unida, PSOE y varios sindicatos del comité de empresa de Renfe, al tiempo que inciden en que «estos gastos se están haciendo para argumentar pérdidas y justificar un cierre encubierto de la línea». Aseguran además que «se está poniendo dinero público en manos de empresas privadas para hacer un transporte por carretera, que no es la finalidad de Renfe, una empresa ferroviaria». Todos estos cambios han ocasionado molestias en los viajeros, que acumulan grandes retrasos y en ocasiones varios transbordos, además de pérdidas de otros medios de transporte al llegar a su destino.

Los alcaldes de la zona también han mostrado su malestar por esta situación y algunos como Manuel Maza, de Santibáñez de la Peña, han asegurado que lo que debería hacer Renfe es «hacer un estudio de las necesidades y adaptar los horarios a las necesidades de los usuarios, para que la utilización sea superior».