La última semana de julio ha sido una semana deplorable para los usuarios del tren en Tarragona. La demarcación, según reconoce Adif, es uno de los principales puntos negros de la red ferroviaria catalana y pocas veces como este verano ha sufrido una oleada tan visible de percances en las vías.

El último incidente relevante tuvo lugar a primera hora del pasado miércoles cuando la locomotora y los dos primeros vagones de un tren de mercancías de la compañía Transfesa descarrilaban frente a la estación tarraconense. A causa del descarrilamiento, los convoyes tuvieron que circular por vía única en ese tramo y se desencadenaron retrasos de más de 20 minutos. Los viajeros que esperaban en el andén de la desvencijada estación de Tarragona, pendiente de remodelación desde hace cuatro años, aguantaron la espera con resignación y con un lamento en el pensamiento: "Otra vez". Los contratiempos tienen aquí poco de original. El día anterior, martes, un tren que había salido de Reus poco antes de las siete de la mañana y que debía llegar a Barcelona quedó parado en Tarragona cuando llevaba poco más de 15 minutos de trayecto. Se averió e hizo falta un transbordo para que los viajeros completaran el viaje. El lunes, 250 pasajeros quedaron sitiados en un punto de difícil acceso y bajo un sol achicharrante. Viajaban en un tren de la R16 que se quedó bloqueado entre l'Ametlla de Mar y l'Hospitalet de l'Infant por culpa de un problema en el abastecimiento eléctrico de la línea. A primeros de mes un incidente similar ya dejó atrapados en el mismo punto a los pasajeros de otro convoy. Adif asegura que tiene una investigación abierta para aclarar que pasa en ese tramo de vía.

El administrador ferroviario mantiene que el gafe sufrido por la red ferroviaria en las comarcas de Tarragona no es una excepción porque las incidencias se acumulan también en otras zonas. Adif sí identifica como un problema grave la rotura de una centralita electrónica en Mont-roig del Camp. La instalación, fundamental para gestionar el tráfico ferroviario en la zona, está inhabilitada desde primeros de junio y no se prevé su total reparación hasta el mes de octubre.

La acumulación de percances ha hecho crónicos los retrasos de la red de Rodalies en Tarragona. Adif justifica que en esta zona, aparte de las habituales obras y controles de velocidad que ralentizan el avance de los trenes, hay que sumar en verano la dilatación que sufren las paradas en estaciones tan turísticas como Port Aventura, Salou o Cambrils.