elcomercio.es

11 julio 2016

Adif redujo un 85% su inversión en las cercanías asturianas desde 2012

Pasajeros de cercanías esperando su conexión en la estación de Sanz Crespo.  Pasajeros de cercanías esperando su conexión en la estación de Sanz Crespo. / JOSÉ SIMAL

  • El desembolso en la infraestructura de la región se quedó en los 6,5 euros por habitante, mientras Cantabria ha recibido diez veces más

     

     

     

    • RAMÓN MUÑIZ

    •  
    • GIJÓN

     

     

    Todas las áreas de trabajo del Ministerio de Fomento han sufrido durante la crisis pero ninguna como las cercanías. En 2011, último de José Blanco al cargo del departamento, Adif desembolsó 187 millones en el mantenimiento y mejora de las vías y estaciones de proximidad. Su sucesora al frente del departamento necesitó los tres años siguientes para acumular una inversión superior. En un mes normal bajo el mando socialista la empresa pública dedicaba 15,6 millones a las infraestructuras de cercanías; con Ana Pastor esa capacidad ha menguado hasta los 3,9 millones, esto es, un 75% menos.

    El tijeretazo tiene un reparto desigual y las estadísticas oficiales sitúan al Principado entre las más damnificadas. Según los datos oficiales del Adif, la inversión aquí fue de 10,3 millones en 2010, mientras las facturas abonadas a lo largo de los 46 meses siguientes no suman más de 6,8 millones. El recorte es del 84,6%.

    La antítesis a esta contención la ofrece Cantabria, núcleo donde, al igual que en Asturias, el Adif tiene asumida la gestión de vías de ancho convencional (las tradicionales de Renfe) y métrico (las asociadas a la extinta Feve). La empresa dedicó a la comunidad vecina 6,7 millones el último año de José Blanco, una marca que el actual equipo de Fomento viene batiendo todos los cursos, con un esfuerzo superior en un 31,1%. Hasta el pasado mes de octubre el Gobierno de Mariano Rajoy acumulaba una inversión en las infraestructuras de cercanías cántabras de 38,6 millones. Es decir, los gestores de las cercanías vecinas disfrutan de una financiación que multiplica por cinco a la de sus homólogos asturianos.

     
     

    La desproporción es más acusada de tener en cuenta que los trenes asturianos atienden a una población que dobla a la cántabra. El esfuerzo del Ejecutivo central en las vías y estaciones asturianas resulta de 6,5 euros por asturiano, mientras en Cantabria protagoniza una dedicación diez veces superior, de 65,9. La diferencia no guarda proporción con el tamaño de la comunidad, pero tampoco con el número de pasajeros favorecidos. Según el último informe del Observatorio del Ferrocarril, en 2014 las cercanías de ancho ibérico vendieron 0,72 millones de títulos en la provincia vecina, cuando aquí Renfe despachó siete veces más.

    Cantabria, gobernada hasta mayo de 2015 por el PP, aparece en el mapa como la gran beneficiada de la política ministerial, mientras el Principado tiene argumentos para sentirse maltratada. Existen regiones donde el Adif ha invertido menos dinero todavía, pero también son lugares donde la malla ferroviaria a cuidar es de una extensión inferior. Echadas las cuentas, entre 2012 y octubre de 2015 la inversión de la empresa pública en Asturias fue de 14,2 euros por metro de vía gestionado, frente a los 204 de Cantabria o los 541 de Murcia.

    Los números dejan en papel mojado el Plan Integral de Cercanías que Pastor anunció el pasado mayo. La ministra prometió que entre 2015 y 2018 el área cantábrica ejecutaría inversiones por valor de 152,8 millones. De momento, en los primeros diez meses de ese periodo, las obras en la zona norte se quedaron en 15,9 millones, la mitad en Cantabria.

Pin It