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15 junio 2016

El robo de cobre en la red ferroviaria cae más del 87% en lo que va de año

De enero a abril se sustrajeron del AVE 47 kilómetros en 2015. En 2016 van 2.730 metros

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Operación de 2014 en la que la Guardia Civil intervino 45 toneladas de metal robadoOperación de 2014 en la que la Guardia Civil intervino 45 toneladas de metal robadoL.L.C.Madrid - 13/06/2016 a las 01:46:50h. - Act. a las 09:00:26h.

 

Pocas cifras hablan tan claro por sí solas como las que describen el práctico fin de la delincuencia vinculada al robo de y tráfico de metales, fundamentalmente el cobre. A saber, entre enero y abril del año pasado, en las líneas del AVE desaparecieron 47.269 metros de cable valorados en casi dos millones de euros. En el mismo periodo de 2016, las sustracciones se ha visto reducida a 2.750 metros, con un coste en el mercado de poco más de 130.000 euros, lo que representaw una caída del 94,23%. En el resto de la red ferroviaria, el volumen de material saqueado en la comparación interanual ha bajado de 89.770 metros a 17.173, un descenso del 80,88%, que había sido mucho mayor de no ser por el episodio puntual registrado el pasado mes en Palencia en el que fue saqueada una bobina de diez kilómetros de cable, esta vez de alumnio-acero.

Entre las cifras de 2015 y las de este año media la puesta en marcha por parte del Ministerio del Interior del Plan Operativo de respuesta policial contra el robo de cable de cobre en España, desarrollado por la Policía Nacional y la Guardia Civil y a través del cual ya se han detenido o imputado a 1.024 personas vinculadas a hechos delictivos de esa naturaleza, se han recuperado más de 2,5 millones de kilos de cobre y se han realizado 5.239 inspecciones en centros de reciclaje y chatarrería.

A buen precio

 

Tal y como subraya Interior, las sustracciones de este metal en la red ferroviaria se han ido incrementado en los últimos años en consonancia con el valor creciente del material, que se emplea en diversas industrias, tales como las telecomunicaciones, fontanería, sector eléctrico, industria marítima y automoción, entre otros. Aunque su importe se elevó de manera exponencial desde mediados de la década pasada, las sucesivas crisis han lastrado su valor.

Dependiendo del tipo de cobre y si es nuevo o usado, el kilo se cotiza hoy entre los 5,50 euros por kilo y los más de 7 euros si se trata de hilo. El proceder de las bandas suele ser similar: una vez que se acumulan 25 toneladas de cable de cobre robado, los autores de la sustracción, que antes han pelado los cables para quitarle el revestimiento de plástico, venden el botín a operadores ilegales, que lo suelen trasladar a China.

En su labor de persecución de estos delitos, las Fuerzas de Seguridad ha llevado a cabo acciones coordinadas en el ámbito de la UE, incluido el llamado «action day» este mayo. También se han identificado los puntos débiles que complican la prevención e investigación de este tipo de delitos, entre los que la Policía lamenta la escasez de condenas, –que desembocan en una alta reincidencia por parte de quienes perpetran los robos– y en la falta de controles que facilitan a chatarreros y empresarios del sector la compra indiscriminada del material robado. A ello hay que sumar la vulnerabilidad de las instalaciones –kilómetros y kilómetros imposibles de vigilar de forma permanente–o la dificultad de identificar la procedencia del cobre que se encuentra.

Por autonomías, la mayor acumulación de casos de sustracción de cable de cobre se localiza en Andalucía, donde en 2015 se conocieron 1.247 ilícitosde este tipo. Le sigue la Comunidad Valencia, con 860 y Castilla-La Mancha, con 776.

Cataluña, una mina para los ladrones

No obstante, por volumen de material robado, el primer puesto ha sido tradicionalmente para Cataluña, territorio de los Mossos, una comunidad con un muy amplio tejido ferroviario en la que en abril de 2015 se «perdieron» casi 3.000 metros de los 9.068 sustraídos de la infraestructura del AVE en toda España. En el mismo mes de 2016, por fin ese indicador ha descendido dramáticamente hasta los tan solo 110 metros.

Cataluña ha sido una mina para los ladrones de cobre. En 2011, las sustraciones se contabilizaron en unos 24 kilómetros de cable, cifra que creció hasta situarse en los 87,2 y 86,7 kilómetros en 2012 y 2013 respectivamente. La alerta máxima llegó en 2014, cuando se computaban robos de 12 kilómetros de cobre al mes como promedio, 142 en total al final del año.

Las importantes consecuencias de estos delitos se han hecho notar en numerosas ocasiones entre los pasajeros, aunque el último de gran incidencia sufrido en octubre pasado –que paralizó 30 trenes y afectó a 13.000 personas– fue un saqueo de cables, pero de fibra de vidrio.

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