Y en mayo, tampoco. Con el vencimiento ayer del mes se saldó sin resultado el compromiso de la ministra de Fomento, Ana Pastor, de que se reanudarían los trabajos de integración de la línea de Feve en su tramo urbano. Pero no hay ni un solo obrero, ni un movimiento perceptible en toda la traza, desde la parada de La Asunción en la que se corta ahora el tráfico hasta la estación de Padre Isla. Ni rastro de actividad, como tampoco lo hubo «entre el mes de agosto y septiembre», tal y como había anunciado en julio pasado la responsable estatal, ni a finales de año, de acuerdo al emplazamiento del presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferré. Mientras, van ya 17 meses de paralización de las obras y casi tres años desde que, en septiembre de 2013, se produjo el primer gran parón al proyecto después de haber recortado el ramal al hospital, eliminado la electrificación y suspendido la idea del tranvía urbano.

Fuera ya del marco que ellos mismos definieron, desde Adif se insistió ayer en que en estos momentos «se está acabando el informe jurídico» para desbloquear el proyecto y «decretar la continuidad provisional». «Será en los próximos días», instaron desde el organismo del Grupo Fomento, al tiempo que emplazaron a que una vez entregado este documento «en una o dos semanas podrán comenzar de nuevo las obras».

Este mensaje será el que traslade hoy el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, al alcalde Antonio Silván en la visita anunciada para media mañana en el despacho de Alcaldía del consistorio. El encuentro llega después de que a finales del pasado año cancelara dos viajes programados a León para revisar las obras, pero justo a tiempo para coincidir con la convocatoria anunciada a mediodía día de ayer por los cinco grupos políticos de la oposición —PSOE, Ciudadanos, León Despierta, En Común y UPL— para criticar el nuevo incumplimiento.

El informe jurídico, según adelantaron ayer desde Adif, subraya que no hará falta sacar un nuevo contrato en el que introducir las modificaciones de seguridad y señalización, impuestas sobre todo desde el accidente del Alvia de Santiago de Compostela. Esta controversia es la misma a la que ya se aludió desde Fomento en 2013 para justificar la primera paralización. El debate en todo este tiempo se ha repetido sin avance ninguno, a pesar de las continuas largas dadas desde el Gobierno para justificar la inacción de los trabajos.

Ahora, se avanza que ya no habrá problema, ni tampoco con la inclusión de nuevo del tramo dentro de la Red Ferroviaria de Interés General de la que se había excluido en 2010, cuando el entonces ministro de Fomento, José Blanco, firmó el convenio para compartir la gestión tranviaria. El informe servirá para acabar con este acuerdo de hace 6 años que, según se insistió durante la paralización, hacía que el Ayuntamiento de León tuviera que asumir parte del coste de explotación del tramo urbano del tranvía, cuyo déficit se cifraba en 3 millones de euros al año.

Para cumplir con este promesa, Feve, que desde el corte en La Asunción ha perdido uno de cada tres viajeros, cuenta con 4,7 millones de euros disponibles en los Presupuestos Generales del Estado de este año para rematar la integración. Falta la urbanización, la señalización y los enclavamientos de seguridad. La vía espera desde hace 17 meses entre basura y abandono.