Más de nueve horas de tren a Madrid

Una avería retrasa dos horas y 25 minutos el viaje de Almería a Madrid del domingo por la tarde
- MIGUEL CÁRCELES | ALMERÍA
  @MiguelCarceles
Los viajeros del Talgo que partió el domingo de Almería poco después de las tres y media de la tarde tuvieron que echar elevadas dosis de paciencia para no verter su indignación sobre quienes no tenían culpa de nada. Una avería en la locomotora cuando el tren estaba entre las estaciones de Tembleque (Toledo) y Aranjuez (Madrid) retrasó su llegada a Madrid hasta casi la una de la madrugada de ayer. En total, nueve horas y cuarto de viaje frente a las seis horas y 50 minutos que debía de tardar el ya de por sí lento y tortuoso trayecto entre Almería y la estación de Chamartín de la capital española.

Según relataron ayer varios pasajeros, el tren se detuvo al pasar la estación de Tembleque y sólo tras media hora con el convoy parado en medio del campo se les comunicó por la megafonía del Talgo que, debido a un «problema técnico», iban a tener que ser remolcados hasta la cercana estación de Aranjuez cuando llegara hasta el lugar una segunda máquina que aún se demoraría unos 40 minutos. No obstante, el parón fue aún mucho más largo. Fuentes de la operadora ferroviaria Renfe confirmaron ayer que el tren alcanzó la estación de destino con 144 minutos de retraso (dos horas y 24 minutos sobre el horario establecido).

«La gente que tenía que ir hasta Alcorcón, Getafe, El Escorial u otras ciudades de Madrid ya no podía coger el Cercanías. De hecho, Chamartín estaba ya cerrada, así que no había más alternativa que el taxi», indicaba ayer Isa Rebolledo, una de las pasajeras del Talgo vespertino del domingo hacia Madrid. «Como dice Paco Calavera, es un chiste gracioso hasta que te pasa a ti. Porque en el tren iban niños y ancianos», abunda la viajera. «Llevo once años en Madrid y lo de Almería se lo toman a chiste. Habría tardado menos en llegar a Nueva York».

Jesús, otro pasajero, novato en el trayecto en tren entre Almería y Madrid, se sorprendía ayer del «buen comportamiento» de los pasajeros pese al enorme retraso. «En otros sitios cuando un vuelo se retrasa dos horas se monta un jaleo enorme, y aquí estaba todo el mundo sentado». Los pasajeros se quejaban, no obstante, de que Renfe ni siquiera les proporcionó agua pese al retraso del tren.