Preocupación por el recorte de servicios de la línea de Feve

La reducción de servicios ponía en jaque a una plantilla de ochenta trabajadores y a un volumen de viajeros cifrados en 400.000 personas anuales

LA VOZ29 de abril de 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Hace veinte años, como ocurre en la actualidad, la posible reducción y empeoramiento de los servicios ferroviarios era una de las mayores preocupaciones en la comarca de Ferrolterra. Así quedaba reflejado en una información publicada por La Voz de Galicia el lunes, 29 de abril de 1996. En el arranque del texto se podía leer: «La noticia de que Galicia sufrirá una drástica reducción de los servicios de Feve ha generado una honda preocupación en Ferrol, donde radica la principal terminal de vía estrecha. Está en juego en estos momentos la comunicación con la villa de Ortigueira y el tramo comprendido entre esta y Cudillero. La preocupación surge por un doble frente, esto es, por parte de los usuarios afectados y, obviamente, porque la medida tiende a adelgazar la plantilla con el natural perjuicio social que reporta».

En concreto, según se apuntaba en la información, la reducción de servicios anunciada por Feve ponía en jaque «a una plantilla de ochenta trabajadores y a un volumen de viajeros cifrados en 400.000 personas anuales». «Fuentes de los trabajadores afectados recuerdan que sus salarios, según se desprende de este mismo plan, tal y como habían denunciado en otras ocasiones, son considerablemente más bajos que los del resto de explotaciones ferroviarias del Estado», indicaba la información publicada por La Voz de Galicia.

Para los trabajadores, el plan de reducción de servicios anunciado en aquellas fechas venía a «constituir un eslabón más en desmantelamiento de Feve», iniciado, según recordaban, «con la supresión de la gerencia regional que, sin embargo, había logrado duplicar el número de viajeros y fortalecer sensiblemente los servicio de cercanías».

Sus preocupaciones resultaron ser premonitorias, puesto que, desde entonces, la falta de mantenimiento de las instalaciones y la incompatibilidad de los servicios con las necesidades de los viajeros -unidas a la caída demográfica- ha provocado una reducción drástica del número de usuarios del servicio entre Ferrolterra y Ortegal. Hoy en día, los apeaderos presentan desperfectos y muchas estaciones han sido abandonadas.