LA CRÓNICA DE SALAMANCA

17 febrero 2016

Atrapados en el tren de San Sebastián a Salamanca

Las nevadas en el norte ocasionaron el retraso del tren, que perdió la conexión en Palencia y comenzó el periplo

por La Crónica de Salamanca - feb 15, 2016

 

El temporal de nieve que azota al norte del país alteró este lunes el recorrido del tren que une San Sebastián con Salamanca, que tardó algo más de ocho horas en llegar debido a una concatenación de retrasos y enlaces.

El tren salió de la capital donostiarra a las 9.30 horas y tenía prevista su llegada a Salamanca a las 15.45 horas, previa parada en Palencia para hacer transbordo y coger el tren que conduciría a una quincena de viajeros hasta Valladolid (cinco) y Salamanca (diez).

En el billete se indica que si el tren procedente de San Sebastián se retrasa, el de Palencia esperará a los viajeros. Pero este lunes no se cumplieron las condiciones. El tren llegó con una hora de retraso a Palencia debido a que el convoy tuvo que aminorar la marcha en la zona de Alsasua y Burgos, donde había nevadas, aunque menos fuertes que en otras ocasiones, según relata una pasajera afectada.

Una vez en Palencia les dijeron “que tendríamos que esperar 15 minutos, luego otros quince, así hasta 45 minutos, porque el tren que iba hasta Segovia también se retrasó”, comenta.

Los viajeros solicitaron que Renfe los llevara en autobús hasta Salamanca para no dar el rodeo por Segovia ni seguir esperando el tren que los llevaría a la capital segoviana, que también venía con retraso. No les facilitaron información, porque las instrucciones eran ir hasta Segovia y coger el tren procedente de Madrid con destino Salamanca. “Al llegar a Segovia, a las 16.30, nos estaba esperando el tren, y nos dijeron que tardaríamos otra hora”.

Desde que Renfe suprimió el tren directo a San Sebastián, hay que sacar un billete combinado hasta Palencia, donde se hace el cambio de convoy. Pero ese enlace no se pudo hacer este lunes por el retraso del tren procedente de Donostia; los viajeros fueron conducidos hasta Segovia donde subieron a otro tren que los trajo, ahora sí, a Salamanca. De esta forma, el viaje, que habitualmente dura seis horas y cuarto se fue a ocho horas.

Al llegar a Salamanca, acudieron al mostrador de información y “Renfe nos atendió muy bien.Nos comunicaron que al tener un retraso superior a una hora y media nos devolvía el 100% del importe del billete”.

Y así acabó la odisea.

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